jueves, agosto 18, 2005

¿Y a mi qué?

Hace ya algunos meses – en una columna dedicada al debate sobre la identidad de Yeidckol Polevnsky – José Carreño se refería a los criterios que debía cumplir una noticia para justificar su presencia, y entre ellos mencionaba “la consecuencia para el interés público”, revelada como la respuesta a la expresión en inglés “so what” . Reciclando al columnista, bien podríamos aplicar esa interrogante a la actual agenda de los medios, tristemente para confirmar la irrelevancia de la mayor parte de la información.
¿Qué Elba Esther no ha aparecido y no se reunió con Madrazo?
¿Qué Andrés Manuel no quiere debatir con Marcos?
¿Qué el verdadero amor de Los Pinos es Alberto Cárdenas y no Creel?
¿Qué no se quieren algunos funcionarios de las procuradurías?
Quizá me equivoque, pero no veo como alguna de estas preguntas – dominantes en la agenda – tenga consecuencias trascendentales para mi vida o la de millones de mexicanos. Incluso, para confirmar su falta de peso, bien podríamos responderlas afirmativamente. ¡Ya se reunieron Madrazo y Elba, AMLO y el Peje ya debatieron, en Los Pinos ya le dieron la bendición a Creel! So what?
Lo que estamos viendo es que mientras más se acerca el proceso electoral, más parecen alejarse las agendas política y mediática de las preocupaciones de los ciudadanos, y eso, parece ser una tendencia que a todos – especialmente a los medios y a los políticos - debería de preocuparnos.

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