martes, mayo 31, 2005
El relevo
Las letras chiquitas
Qué hacemos con los medios
El escenario y el nombre de los participantes cambia pero la pregunta siempre termina por ser la misma: ¿Qué hacemos con los medios? En los ocho años que me he dedicado a analizar a los medios de comunicación en México, nunca me había encontrado con un ambiente como éste, en el que estudiantes, políticos, empresarios, periodistas y sobretodo el lector, el radioescucha y el televidente, manifestaran tal insatisfacción con lo que les están ofreciendo los medios.
¿Es una moda lo que estamos viendo?, ¿un invento de un grupillo de inconformes?. Parece que no, y aunque no tengo los datos que lo avalen – pues la prensa escrita o electrónica aún mantiene una buena calificación en las mediciones de confianza –me atrevo a suponer que el nivel de exigencia va necesariamente en aumento, de la mano del crecimiento de su poder.
Paralelo al proceso de democratización del país, los medios han ganado en independencia ante el poder político y ello les ha permitido convertirse en el definidor primario de la agenda informativa, un rol reservado previamente para la autoridad gubernamental, la cual hoy, por cierto, basta ver cualquier diario para confirmar que ha dejado de serlo.
Con más jugadores reales en el tablero, la complejidad del trabajo periodístico ha aumentado pues son más son los actores y los temas que se disputan la atención. Y en este escenario es que resulta pertinente preguntarnos por el lugar que ocupa la ciudadanía.
Discutir si los medios están cumpliendo adecuadamente con su responsabilidad democrática es quizá tema de otros espacios. Habrá quien piense que sí, habrá quien crea lo contrario, pero lo que aquí se quiere poner sobre la mesa es una revisión y una propuesta sobre cuáles son los instrumentos que tiene la ciudadanía para expresar su voz, precisamente cuando siente que los medios se están desviando de ese papel.
En otras palabras, lo que nos estamos preguntando es qué pueden hacer los ciudadanos comunes y corrientes ante el poder de los medios de comunicación cuando éstos se desvían del camino correcto.
Hasta ahora las respuestas que tenemos son fundamentalmente de dos tipos, las que se expresan en la ley y las que tienen como punto de apoyo a la conciencia. Como la primera suele implicar un camino largo y tortuoso para todos los involucrados, es que hemos puesto más atención a la segunda. Manuales de estilo, códigos de ética, inclusión de ciudadanos en Consejos editoriales y la creación del Ombudsman de los medios, son un ejemplo de lo que hemos construido en este campo.
Los primeros dos – los manuales y los códigos – descansan sobre la base de que el hacer explícita las normas a seguir, es el primer paso para garantizar su cumplimiento, al tiempo que se convierten en una especie de contrato tácito entre los medios y su público. La tercera herramienta – la apertura a terceros interesados – se entiende como el deseo de abrir el medio a aire fresco y a nuevas voces que reflejen críticamente lo publicado y enriquezcan la agenda de los medios. Finalmente, la figura del Ombudsman se presenta como una especie de materialización de la conciencia, un Pepe Grillo que escucha las quejas del público, analiza el desempeño del medio y contribuye al mejoramiento de su contenido.
Sin duda, todos estos recursos son valiosos pero parecen insuficientes, fundamentalmente porque parecen guiarse por un sentido del tiempo distinto al que domina en nuestra sociedad, caracterizada cada vez más por el imperio del tiempo real.
¿Qué pasa cuando una noticia mal informa a la población?, ¿cuándo una exactitud puede destruir una reputación?, ¿cuándo el público se siente insatisfecho con la oferta informativa de un día en particular?. ¿Debemos esperar nuestro turno en la agenda del ombudsman?, ¿confiar en que nuestra inquietud será tratada en la próxima sesión del consejo editorial? Parece obvia la respuesta: no. ¿Qué hacer entonces?
Partiendo de la definición de Bill Kovach y Tom Rosenstiel, que consideran que el objetivo del periodismo es “proporcionar a los ciudadanos la información que necesitan para ser libres y gobernarse a si mismos”[1], es que me permito apuntar hacia tres posibles ejes de discusión.
El primero, pasa por la transparencia. Si los medios de comunicación nos van a proporcionar la información que nos permita ser libres, tienen que empezar por ellos mismos. Abrir al público los nombres de sus principales accionistas y directivos, revelar sus ingresos publicitarios por anunciante, y hacer explícito en la medida de lo posible, el proyecto de país que hay detrás de sus criterios editoriales, parece una condición de partida necesaria.
Acostumbrados a exigir total transparencia a los actores públicos e incluso a los privados cuando se ven involucrados en una crisis, los diarios y medios electrónicos suelen ser los más opacos cuando se trata de su propia información.
El problema es que el carácter privado de la mayoría de las empresas mediáticas no es justificación suficiente para mantenerse con los cristales oscuros. Menos en un entorno en el que el público demanda saber cómo y porqué se le presenta la actualidad periodística de una manera y no de otra.
En este sentido, por ejemplo, se propone que al igual que una lata de refresco, que dice quién la fabrica y qué ingredientes tiene, así los medios debería incluir de colocar esta información de manera accesible para sus interlocutores. Conocer incluso los potenciales conflictos de interés de un medio, parece un asunto necesario, si lo que queremos es dotar de más poder al ciudadano en una relación que claramente está cargada a favor de uno de los involucrados.
¿No deberíamos saber, por ejemplo, cómo cubre Televisión Azteca las notas sobre telefonía celular, cuando el mismo grupo es poseedor de dos empresas del sector?, ¿qué políticas tiene cuando se refiere a la banca, en donde también tiene inversiones? Por supuesto, la diversificación de las empresas mediáticas no es delito ni parece ser una realidad que pueda ser borrada de un plumazo por más incómoda que resulte para algunos. Pero sí estamos obligados a hacer explícitos los criterios empleados por los medios, pues así la ciudadanía sabrá cómo procesar mejor la información que está recibiendo.
En los tiempos de la transparencia, el actor mediático debe explicar con claridad cómo es que toma las dos decisiones centrales de cualquier empresa periodística, a saber, el proceso inclusión /exclusión y la jerarquización de la información.
En otras palabras, lo que se está planteando es que los directivos y dueños de los medios nos permitan conocer la trastienda de las decisiones editoriales, mediante la apertura de espacios en los propios medios, en los que se comparta con el público el debate interno y la lógica que determina la oferta informativa. ¿Esto limitaría a los medios? No, por supuesto que no, a menos claro, que las verdaderas razones de la conducción no se puedan decir en público: “¿Qué porqué privilegiamos a un candidato sobre los otros? Hombre, pues porque pagó más, así de simple”. Claro está que eso no se puede decir, y quizá con eso ilustremos el porqué de la de defensa de la transparencia.
Pero si ese eje extiende el concepto de lo público hacia los espacios de toma de decisión– tanto en su sentido de interés general pero también de conocimiento masivo -, con el segundo eje lo que se propone fortalecer es la idea de la rendición de cuentas mediante el acento en la responsabilidad.
A estas alturas parece increíble que sean casos aislados los medios mexicanos que al final de sus notas, publiquen un correo electrónico de contacto. Ni siquiera en la prensa escrita, es regla la apertura de ese canal de comunicación.
Entender que la firma debe ir acompañada de los datos de contacto, debería ser algo que se asuma como natural en una sociedad en el que la interactividad es ya una realidad. ¿ A quién felicito o reprocho en respuesta a lo publicado? Se dirá que en todos los medios aparece siempre algún número de teléfono o dirección de correo electrónico, eso es cierto, pero hay una distancia importante entre colocar los datos perdidos junto al cabezal del periódico, y mostrarlos junto al texto que acabo de leer con una abierta invitación al diálogo.
Pero esta idea de la responsabilidad va más allá, pues vemos cómo la rendición de cuentas es más un hecho aislado que una práctica cotidiana. Pensemos en el famoso pianista inglés que hace algunas semanas se volvió noticia por todo el mundo, y que ahora se dice no era ni una cosa ni la otra. Parece una tontería pero ¿quién es responsable de haber publicado una información falsa?. ¿La agencia que distribuyó la nota?, ¿el editor que privilegió esa información sobre otras más importantes pero menos pintorescas? Lo grave aquí es que no hay quien ofrezca una disculpa pues no se asume que todo lo publicado es responsabilidad del medio. Hasta los anuncios. Por eso entre otras razones no se puede publicar un desplegado de un narcotraficante o una guerrila y presentarlo como un simple espacio pagado, ajeno al medio.
Abrir la puerta al diálogo con el público es el primer paso para tener una retroalimentación – más allá de las ventas o el rating –que permita el fortalecimiento del medio.
Finalmente, el tercer eje propuesto pasa por el derecho de voz. Confinados usualmente al “espacio de los lectores”, los reclamos del público o de las fuentes son un elemento marginal en la configuración de la oferta informativa. Subordinadas a criterios de espacio y sentido de la oportunidad, las aclaraciones suelen aparecer días después, lejos del contexto que las originó y sin la posibilidad de incidir en la percepción del público que se está informando “para poder gobernarse a si mismo.”
¿Qué hacer ante esta situación? Aquí la tecnología – con todas sus limitaciones – bien puede echarnos una mano.
Imaginemos por un momento – y perdónenme mi ingenuidad, pero creo que es ahora o nunca – que al momento de leer una noticia en internet, nos encontráramos con una liga con un texto que dijera algo así como: “Réplicas y comentarios de los actores aludidos en esta nota”. Al ir al texto encontraríamos las precisiones de las fuentes cuando exista alguna diferencia con el medio.
De lo que estamos hablando es del derecho de réplica en tiempo real y con acceso directo al lector. ¿Es imposible lo que aquí se plantea? En los tiempos de internet, no. Apenas con algunas variantes, algo así ya está ocurriendo con la revista Newsweek que ha habilitado un sistema en sus notas que permite relacionarlas con los blogs en los que se aborda su contenido, rompiendo con ello el monopolio de la voz que caracteriza a los medios tradicionales.
Reconozco las carencias del medio. No todos pueden verlo, no todos saben usarlo. Pero el sólo hecho de que el diario sepa que la réplica aparecerá casi en el mismo espacio que la nota, ¿no es un fuerte incentivo para cuidar más la información?
Aquí concluyo mi intervención, no sin antes manifestar mi entusiasmo por este tipo de encuentros que sin duda nos permitirán avanzar hacia nuevas formas de abordar éstos, que son ya viejos problemas. Gracias.
¿Qué hacemos con los medios?
¿Es una moda lo que estamos viendo?, ¿un invento de un grupillo de inconformes?. Parece que no, y aunque no tengo los datos que lo avalen – pues la prensa escrita o electrónica aún mantiene una buena calificación en las mediciones de confianza –me atrevo a suponer que el nivel de exigencia va necesariamente en aumento, de la mano del crecimiento de su poder.
Paralelo al proceso de democratización del país, los medios han ganado en independencia ante el poder político y ello les ha permitido convertirse en el definidor primario de la agenda informativa, un rol reservado previamente para la autoridad gubernamental, la cual hoy, por cierto, basta ver cualquier diario para confirmar que ha dejado de serlo.
Con más jugadores reales en el tablero, la complejidad del trabajo periodístico ha aumentado pues son más son los actores y los temas que se disputan la atención. Y en este escenario es que resulta pertinente preguntarnos por el lugar que ocupa la ciudadanía.
Discutir si los medios están cumpliendo adecuadamente con su responsabilidad democrática es quizá tema de otros espacios. Habrá quien piense que sí, habrá quien crea lo contrario, pero lo que aquí se quiere poner sobre la mesa es una revisión y una propuesta sobre cuáles son los instrumentos que tiene la ciudadanía para expresar su voz, precisamente cuando siente que los medios se están desviando de ese papel.
En otras palabras, lo que nos estamos preguntando es qué pueden hacer los ciudadanos comunes y corrientes ante el poder de los medios de comunicación cuando éstos se desvían del camino correcto.
Hasta ahora las respuestas que tenemos son fundamentalmente de dos tipos, las que se expresan en la ley y las que tienen como punto de apoyo a la conciencia. Como la primera suele implicar un camino largo y tortuoso para todos los involucrados, es que hemos puesto más atención a la segunda. Manuales de estilo, códigos de ética, inclusión de ciudadanos en Consejos editoriales y la creación del Ombudsman de los medios, son un ejemplo de lo que hemos construido en este campo.
Los primeros dos – los manuales y los códigos – descansan sobre la base de que el hacer explícita las normas a seguir, es el primer paso para garantizar su cumplimiento, al tiempo que se convierten en una especie de contrato tácito entre los medios y su público. La tercera herramienta – la apertura a terceros interesados – se entiende como el deseo de abrir el medio a aire fresco y a nuevas voces que reflejen críticamente lo publicado y enriquezcan la agenda de los medios. Finalmente, la figura del Ombudsman se presenta como una especie de materialización de la conciencia, un Pepe Grillo que escucha las quejas del público, analiza el desempeño del medio y contribuye al mejoramiento de su contenido.
Sin duda, todos estos recursos son valiosos pero parecen insuficientes, fundamentalmente porque parecen guiarse por un sentido del tiempo distinto al que domina en nuestra sociedad, caracterizada cada vez más por el imperio del tiempo real.
¿Qué pasa cuando una noticia mal informa a la población?, ¿cuándo una exactitud puede destruir una reputación?, ¿cuándo el público se siente insatisfecho con la oferta informativa de un día en particular?. ¿Debemos esperar nuestro turno en la agenda del ombudsman?, ¿confiar en que nuestra inquietud será tratada en la próxima sesión del consejo editorial? Parece obvia la respuesta: no. ¿Qué hacer entonces?
Partiendo de la definición de Bill Kovach y Tom Rosenstiel, que consideran que el objetivo del periodismo es “proporcionar a los ciudadanos la información que necesitan para ser libres y gobernarse a si mismos”, es que me permito apuntar hacia tres posibles ejes de discusión.
El primero, pasa por la transparencia. Si los medios de comunicación nos van a proporcionar la información que nos permita ser libres, tienen que empezar por ellos mismos. Abrir al público los nombres de sus principales accionistas y directivos, revelar sus ingresos publicitarios por anunciante, y hacer explícito en la medida de lo posible, el proyecto de país que hay detrás de sus criterios editoriales, parece una condición de partida necesaria.
Acostumbrados a exigir total transparencia a los actores públicos e incluso a los privados cuando se ven involucrados en una crisis, los diarios y medios electrónicos suelen ser los más opacos cuando se trata de su propia información.
El problema es que el carácter privado de la mayoría de las empresas mediáticas no es justificación suficiente para mantenerse con los cristales oscuros. Menos en un entorno en el que el público demanda saber cómo y porqué se le presenta la actualidad periodística de una manera y no de otra.
En este sentido, por ejemplo, se propone que al igual que una lata de refresco, que dice quién la fabrica y qué ingredientes tiene, así los medios debería incluir de colocar esta información de manera accesible para sus interlocutores. Conocer incluso los potenciales conflictos de interés de un medio, parece un asunto necesario, si lo que queremos es dotar de más poder al ciudadano en una relación que claramente está cargada a favor de uno de los involucrados.
¿No deberíamos saber, por ejemplo, cómo cubre Televisión Azteca las notas sobre telefonía celular, cuando el mismo grupo es poseedor de dos empresas del sector?, ¿qué políticas tiene cuando se refiere a la banca, en donde también tiene inversiones? Por supuesto, la diversificación de las empresas mediáticas no es delito ni parece ser una realidad que pueda ser borrada de un plumazo por más incómoda que resulte para algunos. Pero sí estamos obligados a hacer explícitos los criterios empleados por los medios, pues así la ciudadanía sabrá cómo procesar mejor la información que está recibiendo.
En los tiempos de la transparencia, el actor mediático debe explicar con claridad cómo es que toma las dos decisiones centrales de cualquier empresa periodística, a saber, el proceso inclusión /exclusión y la jerarquización de la información.
En otras palabras, lo que se está planteando es que los directivos y dueños de los medios nos permitan conocer la trastienda de las decisiones editoriales, mediante la apertura de espacios en los propios medios, en los que se comparta con el público el debate interno y la lógica que determina la oferta informativa. ¿Esto limitaría a los medios? No, por supuesto que no, a menos claro, que las verdaderas razones de la conducción no se puedan decir en público: “¿Qué porqué privilegiamos a un candidato sobre los otros? Hombre, pues porque pagó más, así de simple”. Claro está que eso no se puede decir, y quizá con eso ilustremos el porqué de la de defensa de la transparencia.
Pero si ese eje extiende el concepto de lo público hacia los espacios de toma de decisión– tanto en su sentido de interés general pero también de conocimiento masivo -, con el segundo eje lo que se propone fortalecer es la idea de la rendición de cuentas mediante el acento en la responsabilidad.
A estas alturas parece increíble que sean casos aislados los medios mexicanos que al final de sus notas, publiquen un correo electrónico de contacto. Ni siquiera en la prensa escrita, es regla la apertura de ese canal de comunicación.
Entender que la firma debe ir acompañada de los datos de contacto, debería ser algo que se asuma como natural en una sociedad en el que la interactividad es ya una realidad. ¿ A quién felicito o reprocho en respuesta a lo publicado? Se dirá que en todos los medios aparece siempre algún número de teléfono o dirección de correo electrónico, eso es cierto, pero hay una distancia importante entre colocar los datos perdidos junto al cabezal del periódico, y mostrarlos junto al texto que acabo de leer con una abierta invitación al diálogo.
Pero esta idea de la responsabilidad va más allá, pues vemos cómo la rendición de cuentas es más un hecho aislado que una práctica cotidiana. Pensemos en el famoso pianista inglés que hace algunas semanas se volvió noticia por todo el mundo, y que ahora se dice no era ni una cosa ni la otra. Parece una tontería pero ¿quién es responsable de haber publicado una información falsa?. ¿La agencia que distribuyó la nota?, ¿el editor que privilegió esa información sobre otras más importantes pero menos pintorescas? Lo grave aquí es que no hay quien ofrezca una disculpa pues no se asume que todo lo publicado es responsabilidad del medio. Hasta los anuncios. Por eso entre otras razones no se puede publicar un desplegado de un narcotraficante o una guerrila y presentarlo como un simple espacio pagado, ajeno al medio.
Abrir la puerta al diálogo con el público es el primer paso para tener una retroalimentación – más allá de las ventas o el rating –que permita el fortalecimiento del medio.
Finalmente, el tercer eje propuesto pasa por el derecho de voz. Confinados usualmente al “espacio de los lectores”, los reclamos del público o de las fuentes son un elemento marginal en la configuración de la oferta informativa. Subordinadas a criterios de espacio y sentido de la oportunidad, las aclaraciones suelen aparecer días después, lejos del contexto que las originó y sin la posibilidad de incidir en la percepción del público que se está informando “para poder gobernarse a si mismo.”
¿Qué hacer ante esta situación? Aquí la tecnología – con todas sus limitaciones – bien puede echarnos una mano.
Imaginemos por un momento – y perdónenme mi ingenuidad, pero creo que es ahora o nunca – que al momento de leer una noticia en internet, nos encontráramos con una liga con un texto que dijera algo así como: “Réplicas y comentarios de los actores aludidos en esta nota”. Al ir al texto encontraríamos las precisiones de las fuentes cuando exista alguna diferencia con el medio.
De lo que estamos hablando es del derecho de réplica en tiempo real y con acceso directo al lector. ¿Es imposible lo que aquí se plantea? En los tiempos de internet, no. Apenas con algunas variantes, algo así ya está ocurriendo con la revista Newsweek que ha habilitado un sistema en sus notas que permite relacionarlas con los blogs en los que se aborda su contenido, rompiendo con ello el monopolio de la voz que caracteriza a los medios tradicionales.
Reconozco las carencias del medio. No todos pueden verlo, no todos saben usarlo. Pero el sólo hecho de que el diario sepa que la réplica aparecerá casi en el mismo espacio que la nota, ¿no es un fuerte incentivo para cuidar más la información?
Aquí concluyo mi intervención, no sin antes manifestar mi entusiasmo por este tipo de encuentros que sin duda nos permitirán avanzar hacia nuevas formas de abordar éstos, que son ya viejos problemas. Gracias.
viernes, mayo 27, 2005
La viga...y la viga
El Instituto y la Novia
Pero no todo es negativo. Si iniciamos el próximo año con la nueva institución funcionando, hasta les podremos perdonar que la nota del día para algunos hayan sido “los gustos de la novia de Andrés Manuel”. Total, cada quien y sus prioridades.
jueves, mayo 26, 2005
La buena, la mala y la peor
La mala: Con esa tasa de crecimiento tardaríamos doscientos años en alcanzar a los países desarrollados.
La peor: La prioridad de nuestra clase política y periodística es saber en dónde piensa vivir López Obrador cuando gane la presidencia.
Que se cuiden los chinos, con nuestra envidiable capacidad para distinguir las cosas importantes de las anecdóticas, estamos listos para el Primer Mundo
martes, mayo 24, 2005
Las razones de Fátima Fernández
“Canal 40 está fuera del aire porque además de haber nacido descapitalizado (como declaró Ciro Gómez Leyva), Moreno Valle no supo capitalizarlo y cometió (de nuevo palabras de Ciro) "un catálogo completo de errores administrativos". Esto no es responsabilidad del Estado. Lo que sí debe hacer el actual gobierno es darle seguimiento al caso por las vías que le corresponden: una la STPS, para la huelga y otra, a través de la SCT porque el concesionario debe avisar, de acuerdo al Art.47 de la ley, de la suspensión del servicio. Y en caso negativo, esperar los 60 días que marca la fracción V del Art. 31 de la misma Ley para revocar la concesión. Al quedar desahogados estos dos trámites, entonces se podría declarar que la frecuencia de transmisión estaría disponible. Y entonces sí (aunque aún no tengamos ley que fomente la pluralidad de emisores) buscar que quede en manos distintas a las del duopolio.”
Anuncios parroquiales: Finalmente, Marcela Turati tuvo a bien subir nuevas Cartas a su blog, ahora desde Brasil. Como siempre, vale la pena leerlas.
Las razones de Raúl Trejo
El viernes pasado publicamos en este espacio, que Canal 40 estaba fuera del aire por una mala estrategia de negocios, y que eso poco tenía que ver con las razones de Estado, que algunos habían señalado. Le pedimos a Raúl Trejo, sin duda uno de los mexicanos que más saben sobre medios, que nos explicara por qué consideraba que el gobierno de Fox debería intervenir en la crisis de CNI. Está fue su repuesta:
“El Estado tiene la responsabilidad de intervenir en conflictos como el del Canal 40 entre otros motivos porque la radiodifusión es una tarea de interés público. Así lo indica la ley. No se trata de un sector en el que solamente las fuerzas del mercado puedan (o deban) definir lo que ocurre. Sustentado en esos principios el gobierno podría, legítimamente, propiciar una solución no solo al conflicto laboral sino a la inestable situación del 40. Se trataría de asegurar la subsistencia de una opción independiente cuya existencia puede ser considerada como de interés público. Eso podía ocurrir si tuviéramos un gobierno con visión de Estado. Ya sabemos que no es así.”
Hasta aquí su comentario. Ustedes ya tienen los elementos para formarse una opinión.
lunes, mayo 23, 2005
¿Razón de Estado?
viernes, mayo 20, 2005
La ley y la democracia
En los últimos tres meses, Enrique Peña y Arturo Montiel se han burlado de todos nosotros: han rebasado los topes de campaña, condicionado la entrega de recursos públicos con fines electorales, y puesto todo un gobierno al servicio de un partido. ¿Y qué están haciendo los mexiquenses ante esas vergonzosas prácticas? Los están premiando con ocho puntos más en las encuestas.Por eso tiene razón Federico Arreola: “Si la autoridad electoral (...) no sanciona con la mayor severidad al candidato priista, todo el sistema democrático mexicano sufrirá una herida grave que podría llegar a ser mortal.” Si pueden violar la ley y así resultan ganadores, estarán marcando el camino para todas las campañas. Por eso, tocará otra vez a consejeros y jueces, recordarnos que democracia sin ley no es democracia. Aunque el que gane en las urnas sea el más popular.
jueves, mayo 19, 2005
La vaca y el oso
Para tranquilidad de sus consumidores – y vergüenza de quienes respaldaron la denuncia - la Secretaría de Salud informó ese mismo día que dicho alimento “solamente contiene un sabor artificial de carne de res, lo que la exime completamente de contener el “prión” de la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB) mejor conocida como el “mal de las vacas locas”.
Bastaba con que alguien se tomara la molestia de leer la etiqueta que dice: “No contiene productos de res” para sepultar la historia. El caso sería de risa de no ser por el potencial daño a la imagen de la empresa. ¿Y la nota aclaratoria? Inexistente, como la seriedad de algunos.
martes, mayo 17, 2005
Prioridades
La realidad está ahí y debería reconocerse como uno de los problemas más graves que enfrenta nuestro país. Lástima que no tengamos tiempo pues debemos condenar la última frase de Fox, analizar el nuevo discurso de AMLO, y...
O sea...¿cómo?
“La semana pasada, el Congreso aprobó crear una comisión especial para investigar el presunto tráfico de influencias de los hermanos Bribiesca Sahagún, además de sus nexos con otros empresarios, entre ellos Cosme Mares. En entrevista, el ex operador financiero de los "Amigos de Fox", Lino Korrodi, relató que hay una relación muy estrecha entre Mares y Manuel Bribiesca.”
Viernes 13 de mayo. Página siete del diario Reforma:
“De manera errónea fueron atribuidos incorrectamente al señor Lino Korrodi calificativos y consideraciones sobre el señor Cosme Mares y su relación con la señora Marta Sahagún y el señor Manuel Bribiesca Sahagún, que no corresponden a la autenticidad de su dicho. Pedimos una disculpa a los lectores y a las personas involucradas.”
Bien por la publicación de la fe de erratas. Algunos diarios ni eso hacen. Pero ¿no tendrían que ofrecer alguna explicación?. Si se trató de una entrevista, ¿cómo es que sus palabras “no corresponden a la autenticidad de su dicho?”, ¿alguien lo inventó?. Y ni hablar de que el golpe se da en la primera plana y la aclaración se manda a la página siete. Sin duda, cuando de medios se trata, todavía tenemos mucho que avanzar en materia de responsabilidad. ¿Verdad, Newsweek? ¡Espero tu opinión!)
viernes, mayo 13, 2005
Quiniela
Vicente Fox tiene tres opciones para reemplazar a Santiago Creel. La de grupo, personificada por Ramón Muñoz; la de gobierno, encarnada en Josefina Vázquez Mota; y la de Estado, que bien podría representar José Woldenberg.Con la primera tendría a la mano a un incondicional que poco le aportaría a su capital y al dialogo político nacional ; con la segunda, crecerían el cargo y la funcionaria, y en el mediano plazo ganaría el panismo y quizá hasta el país; pero sólo con el tercero, ganaría oxígeno y legitimidad que nada mal le caerían a su gobierno y a México en su conjunto, para el difícil año que tenemos por delante.
¿Qué va a elegir Vicente Fox? ¡Hagan sus apuestas!
jueves, mayo 12, 2005
Legado
Vicente Fox podría ser recordado como el hombre que fortaleció la política social de México. El Presidente que creo el Seguro Popular y logró disminuir la pobreza con el fortalecimiento de Oportunidades. El gran promotor de la construcción de viviendas. El impulsor de la Ley de Acceso a la Información y el Servicio Civil de Carrera que sentaron las bases para un mejor gobierno. Sin embargo, algunos de sus “colaboradores” están empeñados en que pase a la historia como un vulgar buscapleitos. Tiene razón el clásico: contra el autogol, no hay defensa que valga.
lunes, mayo 09, 2005
La guerra por la web
Enrique Jackson (http://www.enriquejackson.org.mx/)
· Me parece la mejor página de todas. La experiencia del usuario es clara desde que inicia, con un la entrada del video – que carga muy rápido –y que asocia de inmediato al espectador con los spots que se transmiten en televisión, generando un buen ambiente.
· La estructura me parece muy adecuada. En primer lugar, está enfocada en el precandidato, no sólo por las imágenes – bien seleccionadas – sino por que el botón de semblanza es el primero en el menú. El contenido es positivo al hacerlo más cercano al visitante (“Jackson en sus palabras”), lo cual es congruente con el mensaje inicial, en que habla de porqué quiere ser presidente. En general los textos son cortos lo que estimula y facilita su lectura.
· El segundo botón en el menú es el de los 10 retos, que es una buena manera de atraer al público hacia un texto que se antemano se supone (y se cumple) que no será extenso.
· Finalmente, quizá el único pero es el botón de transparencia, de cuyo contenido podríamos diferir pues no revela el monto de lo gastado, que sería la expectativa que despierta.
· Al momento en que uno navega, tiene acceso constante a la barra del lado izquierdo que vale la pena comentar. En primer lugar, porque destaca el mensaje de “por qué quiero ser Presidente”, e inmediatamente abajo la invitación al contacto. (que abre un formato claro).
· Incluso, la página destaca por tener un weblog, que aunque no aporta nada novedoso, en realidad es una buena herramienta que habla bien de quienes conceptualizaron la página.
· Visualmente la imagen me parece muy limpia, poco saturada no obstante que tiene mucho contenido.
· La información sobre las actividades está bien estructurada, sobretodo el área de prensa (discursos, entrevistas, etc.) que me parece muy completa e incluso ya segmentada por temas.
· Me parece una muy buena propuesta la que presenta este sitio.
Tomás Yarrington (http://www.tomasyarrington.org/)
· Es una página que va de buena a regular. Lo primero que brinca al entrar al home es que hay 8 fotos del precandidato. Se entiende que es una página de promoción pero me parece excesivo el culto a la imagen. La estructura me parece adecuada, uno sabe lo que va a encontrar en cada botón y se cumple.
· La navegación con una conexión de banda ancha es buena, pero tengo algunas dudas sobre la manera en que descarga la imagen inicial; si tarda en una conexión normal, puede ser un problema porque la cabeza del ex funcionario puede estar ausente por varios segundos.
· Si bien hay varias secciones de contenido: publicaciones, entrevistas, noticias y sala de prensa, no se muestra con claridad – centralizado, digamos – cuál es la propuesta del precandidato. (como lo hace Jackson en sus diez puntos y en sus divisiones temáticas).
· Al seleccionar las entrevistas en audio o video, la navegación se vuelve lenta y de poca calidad en algunas de las selecciones.
· Adicionalmente, uno se encuentra de pronto con que hay secciones que quedan inhabilitadas. (así ocurre, por ejemplo, al entrar a los foros). Es un elemento terrible que hace que el usuario se encuentre en callejones, de los que sólo se puede salir hacia atrás.
· Hay unos botones de “ideología” y “Rostro humano” que son difíciles de encontrar (aparecen cuando uno entra al foro) y nunca pude ver su contenido.
· No tiene un Mapa del Sitio que ayude cuando uno se pierde.
· La página también tiene botones que no deberían aparecer pues parecen para consumo interno, o en todo caso, al seleccionarlos marcan error. (como esta liga)
· En compensación me parece buena idea la inclusión de los fotos temáticos, cuyo contenido se siente más real que en otras páginas.
· Las ligas de interés son muy pobres pues sólo conducen a la fundación de su esposa.
Enrique Martínez http://www.aliadosdeenrique.com.mx/
· La página inicial me parece saturada y un poco desordenada, sin embargo, la estructura del sitio es muy simple y siempre se mantiene a la mano gracias a la botonera que se mantiene en su lugar. No obstante, el botón del Mapa del sitio, aparentemente no funciona.
· Visualmente me parece que la página podría mejorar. La galería de fotos, por ejemplo, es muy pobre, así como las ligas que no llevan ni siquiera al PRI.
Arturo Montiel http://www.mexicoenmarcha.com.mx/
· El sitio inicia con una intro que me parece que aporta muy poco. Visualmente la página se ve muy pobre. Los elementos que se agregan al cargar cada página (supongo que son en flash) tampoco aportan a la experiencia del usuario.
· Si bien no nos toca calificar sobre el contenido de las propuestas, si podemos decir que parece poco estructurado y carece de una segmentación de contenido que le daría mayor claridad.
· La sala de prensa se bien estructurada, aunque parece pobre en contenido multimedia – y carga lento - comparada con las páginas de otros aspirantes a la Presidencia.
Manuel Angel Núñez Soto http://www.nunezsoto.org.mx/
· La primera impresión es muy buena, sin embargo, lo primero que me salta a la vista es que no hay un botón que presente la semblanza del precandidato, lo cuál le quita puntos en mi valoración de la utilidad del sitio. Posteriormente, cuando quiero ver sus propuestas me encuentro con que lo tengo que bajar en un archivo PDF (Y sólo cuando lo abro es que veo la semblanza).
· El apartado de multimedia funciona bien y carga rápido.
· El botón de propuestas recientes lleva a la fotogalería, y sólo entonces aparece un nuevo menú en la parte superior en donde puedo leer la trayectoria del aspirante.
· El atractivo del sitio es que al entrar en las “Noticias” me permite hacer consultas por fecha, y lo más interesante, por medio, lo que constituye una aportación interesante.
· El contacto funciona bien.
· Al sitio le caería bien un Mapa que facilite la navegación.
Andrés Manuel López Obrador http://www.lopezobrador.org.mx/
· Sin duda es una de las más sencilla con una estructura muy elemental. Visualmente tampoco resulta cargada, aunque presenta un problema con el manejo de ciertos colores que molesta la lectura.
· La información es buena. Se recibe lo que se espera.
· No tiene un Mapa de Navegación pero tampoco es que le haga falta.
· No presenta actualmente audios y videos, por lo que no podemos medir su eficiencia en este sentido.
· La semblanza y las propuestas se ubican con toda claridad, así como el botón de contacto.
Bernardo de la Garza (http://www.pvem.org.mx/bernardo/)
· Sin duda, es la de menor calidad de todas las analizadas. Presenta poco contenido, de forma casi estática. La poca dinámica que presenta no aporta ningún valor a la experiencia del usuario.
· Diríamos que es fácil de navegar y carga rápido, sin embargo eso no es necesariamente un elogio pues se debe a la falta de contenido. Incluso, presenta fallas importantes como secciones en construcción – incluidas las propuestas - o la ausencia de un teléfono en los datos que se dan sobre las oficina.
· Las pocas ligas externas que tienen llevan a las entrevistas al candidato.
Santiago Creel http://www.panistasconsantiago.org/
· Tanto en términos visuales como de contenido, la página deja mucho que desear.
· Tiene una imagen plana, poco dinámica.
· No ofrece las propuestas del candidato.
· La página carga rápido pero eso no es necesariamente bueno, pues son sólo textos.
· No tiene elementos multimedia.
· Los espacios de participación son muy pobres: “Únete a la red”, “foro” y encuestas se presentan en construcción.
· Tampoco ayuda que esté en blanco el apartado “Propuesta a México”.
· Está demás el apartado de identidad gráfica, que no está pensado para el visitante externo.
· La página no ofrece ligas de interés.
Alberto Cárdenas http://www.albertocardenas.org.mx/web/
· Similar al problema de la página de Santiago Creel: es plana y de poco contenido.
· No hay información sobre las propuestas del candidato.
· La imagen tiene muy poco cuidado de la imagen. Incluso, extraña que en la presentación de Cárdenas no se presente ninguna foto.
· Las entrevistas y las noticias bien podrían estar dentro del botón de prensa. No está claro el criterio para la elaboración de la página. Sólo aparece un texto (en el caso de Entrevistas), lo que no ayuda a la imagen del aspirante.
· No tiene espacios que inviten a la participación salvo la básica forma de correo.
· No hay ligas de interés.
· La única ventaja que presenta frente a la de Santiago Creel, es que no tiene espacios en blanco.
Felipe Calderón http://www.felipe-calderon.org/
· Mejor que la imagen proyectada por sus compañeros de partido. La inclusión de movimiento y de fotos en la página principal, ayudan a que el sitio se vea menos plano.
· La página es clara en su estructura. Está pensada para los usuarios normales y no exclusivamente para los medios.
· Pone especial acento en contactar y promover su causa entre sus futuros electores (propanistas: Mujeres con Felipe, cómo votar por Felipe, Comités estatales, etc. ), lo cuál es un acierto.
· Bien por la posibilidad de suscribirse al servicio de información.
· El área de prensa es muy completa. Los elementos multimedia funcionan bien.
· La tienda virtual es un elemento original.
· En términos de contenido hace falta un apartado claro con las propuestas del precandidato. (aunque se encuentran algunas de sus ideas en la sección “Mis opiniones”
· No encontré un botón que muestre un correo sencillo (para quienes no se quieren registrar).
· No hay ligas de interés.
Jorge Castañeda http://ideasdelcambio.org/
· Cuando uno abre esta página no sabe bien a bien a qué sitio entró, si se trata de un medio de comunicación o una página de propaganda política, mucho menos se pensaría que se trata de la página de un precandidato. Sólo cuando se empieza a leer la barra izquierda se comienza a tener una idea de que es un sitio dedicado a Jorge Castañeda.
· En principio, carece de cabezal, lo cual no favorece a la claridad de su contenido ni a la presentación del aspirante.
· Las ideas del cambio (el primer botón) es positivo porque muestra en bloques las posiciones sobre distintos temas. (Que podrían cruzarse con los artículos del precandidato).
· El diario de campaña me parece una muy buena idea, pero la estructura es poco adecuada. No se privilegia la información más relevante. (Un Blog sería el esquema ideal para esta sección).
· El apartado de Jorge Castañeda ofrece lo que se espera de él: biografía, fotos, libros, etc.
· La estructura es muy simple , quizá demasiado. Se vuelve aburrida la navegación pues en todos los apartados ofrece la misma respuesta.
· Hay demasiados ligas con información similar (noticias, opinión, sala de prensa).
· Se debería simplificar o jerarquizar las ligas para hacer más amable la navegación.
· Las encuestas son una aportación interesante, así como la dirección de las casas de campaña.
Consideraciones finales:
· En general, se ve más trabajo en las páginas del PRI (excepto la de Montiel) y de López Obrador, que en las de los panistas. Salvo el sitio de Felipe Calderón, los otros dos son muy pobres en su diseño y contenido. En particular, destaca la mala experiencia del usuario en el sitio de Santiago Creel, que se encuentra con diversos espacios en construcción.
· Lo mismo ocurre con el pobre sitio de Bernardo de la Garza, sin duda, la que más deja que desear.
· Encontramos que algunas muestran propuestas interesantes: el blog de Enrique Jackson, las direcciones de las casas de campaña de Jorge G. Castañeda, el boletín y la tienda virtual de Felipe Calderón.
· Finalmente, debemos señalar que como se muestra en la evaluación inicial, el sitio de Enrique Jackson es, en mi opinión, el mejor hecho.
Mensajes
Dice el Presidente del Consejo Coordinador Empresarial que de haberse concretado reformas como la fiscal, energética y laboral desde el inicio del sexenio, México hubiera crecido anualmente entre 5 y 7%, lo que se habría traducido en por lo menos 800,000 empleos por año. ¿Cuántas vidas no serían distintas en este momento?, ¿cómo sería el animo colectivo?, ¿qué estaríamos pensando del gobierno de Vicente Fox?
Hay quienes piensan que si le va mal a México, salen fortalecidos. Más pobres, más desempleo y más insatisfacción les facilita el arribo o el regreso al poder. Y lo peor es que el tiempo y las encuestas, parecieran demostrar que su estrategia fue la adecuada. ¡Vaya mensaje que les estamos dado los ciudadanos a nuestros políticos! “Castíguenos y en la próxima los premiamos.” Y luego nos sorprendemos de la mezquindad de nuestra clase política.
El saldo
Luego de la borrachera...la cruda. Después de largos meses en los que todos estuvimos enfocados en un solo tema, parece que nos está costando mucho trabajo recuperar una dinámica política que no gire en torno a Andrés Manuel López Obrador. Los medios presentan pocos temas novedosos y atractivos. Los columnistas sólo hablan del tabasqueño en sus análisis y ni siquiera entre la opinión pública se percibe un nuevo foco de interés.Supongo que es el precio de los excesos. Ya veremos si la próxima semana podemos ocupar los espacios vacíos con temas que enriquezcan la vida del país. Por lo pronto sólo nos queda decir, como cualquier borracho, “les juro que no lo vuelvo a hacer...”
viernes, mayo 06, 2005
El enojo del PRI
Ahora, porque así de extraña es la política, son los perredistas quienes pueden lograrlo. Si en las próximas semanas construyen con el gobierno de Fox una agenda para avanzar en la reforma del Estado, estarán demostrando que tienen una propuesta importante para México. Perredistas y panistas tienen una oportunidad de oro. Unos y otros ganarían ante la opinión pública y mejoraría su posición rumbo al 2006. Y entonces sí, el PRI tendría nuevas razones para estar enojado.
jueves, mayo 05, 2005
Comentario de Federico Brito
¿Qué ganamos?
Muy bien, se acabó el conflicto con AMLO. ¿Y qué ganamos como país? Lo que sigue – o así debería ser – es acabar, como propuso Vicente Fox, con la dependencia que mantiene el procurador del Poder Ejecutivo; revisar la utilidad del fuero de nuestros gobernantes, y trabajar intensamente para que el Poder Judicial reduzca los tiempos con los que hoy hace su labor.
El costo de esta historia ha sido muy alto como para que no le saquemos nada bueno. Ahora que todos quieren ser candidatos a algo, ¿no habrá nadie interesado en entregarle buenos resultados a la sociedad? Ahí están las banderas. ¿Quién dice yo?
miércoles, mayo 04, 2005
El pianista está azul
Aparentemente, según reportaban los diarios, el instrumento se había convertido en su única manera de seguir en contacto con el mundo. De inmediato, los medios de comunicación - desde El País hasta el New York Times, pasando por los diarios mexicanos- desataron una serie de especulaciones sobre la identidad del personaje. Incluso, en medios europeos se difundió su rostro, buscando inútilmente que alguien por fin pudiera revelar el misterio. El tiempo pasó y la verdad no aparecía....hasta la semana pasada, cuando finalmente Andreas Grassl decidió romper el silencio y contar su historia.
Sorpresivamente el joven alemán empezó a hablar. Interrogado por una enfermera, confesó que siempre pudo comunicarse y que cuando fue “rescatado”, estaba pensando en suicidarse, aunque nunca estuvo realmente enfermo. Aprovechando los conocimientos adquiridos cuando trabajó en una institución siquiátrica, Grassl imitó a los pacientes, engañando a los encargados de atenderlo. Es más, ahora se dice que del maestro del piano no hay nada, pues sólo pasaba las horas golpeando insistentemente una sola tecla. ¿Cómo se construyó la leyenda del Pianista?
Es difícil saberlo, pero quizá podamos encontrar una pista en otra nota publicada a mediados de agosto, en la que se nos informó “que el piloto estaba azul.” Si no sabe a qué me refiero, permítame contarle que ese fue el mensaje enviado a través de su celular, por un pasajero del vuelo de Helios Airways que viajaba a Grecia, minutos antes de que se estrellara. Bueno, al menos eso fue lo que se nos dijo porque un día después se supo que el supuesto texto nunca existió, salvo en la mente de quien lo inventó...y en los medios de comunicación que dieron el dato como cierto.
¿Qué tienen en común la historia del Pianista y el mensaje de despedida de un pasajero de una aerolínea chipriota? Que los dos casos exhiben la fragilidad de lo que podemos llamar el sistema global de noticias. Rendidos ante el atractivo de las llamadas “historias de interés humano”, los medios de todo el mundo demandan y reproducen relatos nacidos en cualquier parte del planeta, siempre y cuando posean un fuerte contenido emocional. Y si a esto se suma algo de “potencial cinematográfico”, entonces se vende mucho mejor.
Surtidos en buena medida por las agencias de noticias, cada día podemos comprobar cómo los portales de buena parte del planeta – lo mismo el Clarín en Argentina, que El Mundo de España, o los diarios en línea mexicanos – nos ofrecen la misma información. El problema es que como ya vimos, queda muy poco margen para verificar las historias publicadas. Es lógico que los medios confíen en sus proveedores, pero ¿qué pasa cuando lo dicho resulta ser falso? ¿Hay alguien que se haga responsable? ¿Se piden disculpas al público? ¿ O simplemente se transfiere la responsabilidad en una cadena que termina por eximir a todos? Lo dicho aquí podría parecer irrelevante cuando se trata de temas de color, pero la lógica es la misma tanto para el mundo del espectáculo como para la cobertura de la guerra en Irak.
Adicionalmente, la publicación de este tipo de información muchas veces termina por desplazar a otras notas de la agenda local. Sin ir más lejos, así ocurrió en México con la cobertura de la Primer Encuesta Nacional sobre Discriminación, que se vio relegada a páginas interiores por la historia del Pianista. La que ahora sabemos, estaba llena de falsedades. ¿Esto no debería provocar por lo menos el bochorno de quienes lo publicaron?
Concientes de la poco autocrítica que caracteriza a los medios, sólo nos queda invitar a que la próxima vez que nos presenten la historia de algún “Andreas Grassl” y pidan nuestra atención, recordemos aquella historia, cuando “el pianista estaba azul”.
Comentarios: macampos@enteratehoy.com.mx / www.enteratehoy.com.mx
El pianista está azul
Aparentemente, según reportaban los diarios, el instrumento se había convertido en su única manera de seguir en contacto con el mundo. De inmediato, los medios de comunicación - desde El País hasta el New York Times, pasando por los diarios mexicanos- desataron una serie de especulaciones sobre la identidad del personaje. Incluso, en medios europeos se difundió su rostro, buscando inútilmente que alguien por fin pudiera revelar el misterio. El tiempo pasó y la verdad no aparecía....hasta la semana pasada, cuando finalmente Andreas Grassl decidió romper el silencio y contar su historia.
Sorpresivamente el joven alemán empezó a hablar. Interrogado por una enfermera, confesó que siempre pudo comunicarse y que cuando fue “rescatado”, estaba pensando en suicidarse, aunque nunca estuvo realmente enfermo. Aprovechando los conocimientos adquiridos cuando trabajó en una institución siquiátrica, Grassl imitó a los pacientes, engañando a los encargados de atenderlo. Es más, ahora se dice que del maestro del piano no hay nada, pues sólo pasaba las horas golpeando insistentemente una sola tecla. ¿Cómo se construyó la leyenda del Pianista?
Es difícil saberlo, pero quizá podamos encontrar una pista en otra nota publicada a mediados de agosto, en la que se nos informó “que el piloto estaba azul.” Si no sabe a qué me refiero, permítame contarle que ese fue el mensaje enviado a través de su celular, por un pasajero del vuelo de Helios Airways que viajaba a Grecia, minutos antes de que se estrellara. Bueno, al menos eso fue lo que se nos dijo porque un día después se supo que el supuesto texto nunca existió, salvo en la mente de quien lo inventó...y en los medios de comunicación que dieron el dato como cierto.
¿Qué tienen en común la historia del Pianista y el mensaje de despedida de un pasajero de una aerolínea chipriota? Que los dos casos exhiben la fragilidad de lo que podemos llamar el sistema global de noticias. Rendidos ante el atractivo de las llamadas “historias de interés humano”, los medios de todo el mundo demandan y reproducen relatos nacidos en cualquier parte del planeta, siempre y cuando posean un fuerte contenido emocional. Y si a esto se suma algo de “potencial cinematográfico”, entonces se vende mucho mejor.
Surtidos en buena medida por las agencias de noticias, cada día podemos comprobar cómo los portales de buena parte del planeta – lo mismo el Clarín en Argentina, que El Mundo de España, o los diarios en línea mexicanos – nos ofrecen la misma información. El problema es que como ya vimos, queda muy poco margen para verificar las historias publicadas. Es lógico que los medios confíen en sus proveedores, pero ¿qué pasa cuando lo dicho resulta ser falso? ¿Hay alguien que se haga responsable? ¿Se piden disculpas al público? ¿ O simplemente se transfiere la responsabilidad en una cadena que termina por eximir a todos? Lo dicho aquí podría parecer irrelevante cuando se trata de temas de color, pero la lógica es la misma tanto para el mundo del espectáculo como para la cobertura de la guerra en Irak.
Adicionalmente, la publicación de este tipo de información muchas veces termina por desplazar a otras notas de la agenda local. Sin ir más lejos, así ocurrió en México con la cobertura de la Primer Encuesta Nacional sobre Discriminación, que se vio relegada a páginas interiores por la historia del Pianista. La que ahora sabemos, estaba llena de falsedades. ¿Esto no debería provocar por lo menos el bochorno de quienes lo publicaron?
Concientes de la poco autocrítica que caracteriza a los medios, sólo nos queda invitar a que la próxima vez que nos presenten la historia de algún “Andreas Grassl” y pidan nuestra atención, recordemos aquella historia, cuando “el pianista estaba azul”.
Comentarios: macampos@enteratehoy.com.mx / www.enteratehoy.com.mx
martes, mayo 03, 2005
Arreola pone el ejemplo
Arreola mantendrá su columna en el diario. Por supuesto, seguiremos leyéndolo pero ahora como un abierto militante del lopezobradorismo. Se agradece la honestidad del periodista y no nos queda más que preguntarnos cuántos colegas más deberían abandonar los medios para dedicarse a trabajar por sus candidatos desde las campañas y no desde las coberturas periodísticas. Seguro a ustedes se les ocurren varios nombres. ¿O no?