lunes, noviembre 14, 2005

El escenario que viene: las fichas se mueven rumbo al 2006

Según Ciro Gómez Leyva, esta semana se publicarán nuevas encuestas rumbo al 2006. De ser así, lo que podemos adelantar es que de los resultados que se presenten se podrá definir una parte importante del entorno para los próximos meses.
Si en efecto, Madrazo aparece en tercer lugar y Calderón incrementó las simpatías que traía consigo Santiago Creel, entonces el PRI se encontrará en el peor de los escenarios. Finalmente, los críticos del priísmo tendrán el aval de los sondeos de opinión para insistir en que el PRI, con Madrazo como candidato, está en la lona, y en que la contienda del 2006 será entre el PRD y el PAN. Por más que el tricolor trabaje en las siguientes semanas la percepción de partido derrotado le puede resultar muy difícil de remontar, y lo que podríamos ver es un efecto de voto útil, en donde seríamos testigos de una transferencia de simpatías.
En ese contexto, el PAN podría capitalizar todo el voto AntiPeje, pero el PRD podría atraer al voto anti PAN, y a un importante número de dirigentes y bases priístas, que abandonarían la opción madracista ante la expectativa de la derrota. En este caso, ambos partidos se disputarían el lugar del partido anti-PRI.

Si por el contrario, lo que muestran las encuestas es a un PRI afianzado en el segundo lugar, y a un Calderón sin crecimiento notable, entonces todo lo que se ha escrito en las últimas semanas – luego de la derrota de Creel y la caída de Montiel – vendría a ser descalificado.

Descubríamos entonces que los escándalos – y las cargadas mediáticas - causan mucho ruido pero con poco impacto en los electores; y eso sería una buena noticia- al menos en el corto plazo- para el PRI, y una muy mala para el PAN, que podría ver cómo se diluye el efecto de la elección de Calderón. En este caso, el reto para el PRI sería convencer a los analistas y electores de que la elección será entre dos tabasqueños, con un michoacano sólo como testigo. Con eso, el PRI de Madrazo podría retener a militantes del PRI, al tiempo que capitalizaría el voto antiPeje.
De no ser así, lo que podría generarse es un escenario de tres fuerzas marcado por la fortaleza de AMLO, y con un voto dividido entre el PRI y el PAN, lo que no alcance para derrotar al ex Jefe de Gobierno, que si no hay grandes sopresas, se mantendrá todavía como el puntero en las encuestas.

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