lunes, julio 10, 2006

Corte de caja (o del futuro de los partidos políticos en México)

(Artículo publicado en Excélsior el 8 de julio)
Luego de escuchar el computo final del IFE, una comentarista radiofónica decía que vendrían los penaltis en la cancha del Tribunal Electoral. Ante su esperanzado pejismo habría que responder que este partido está viviendo sus últimos minutos con un claro ganador, y sólo estamos en espera del silbatazo final aunque una parte del público no pierda la esperanza de que se marque un sorpresivo penal que cambie el resultado. Ante lo improbable de que eso ocurra, les invito a que nos hagamos algunas preguntas sobre el futuro de los partidos políticos pues para todos ellos hay vida después del 2 de julio.

¿Qué va a hacer el PAN con el triunfo? Las cifras hablan: es la victoria más importante en su historia. No sólo porque ganó en 16 entidades, retuvo tres gubernaturas y será la primera fuerza política en ambas cámaras, sino porque todo eso lo logró sin tener que cargar durante los próximos años con la leyenda de que ganó el candidato y no el partido. Lo paradójico es que al ser esa una buena noticia, es también reveladora de la crisis de liderazgos que se vive en esa organización. Más allá de Felipe Calderón y Josefina Vázquez Mota, Acción Nacional carece de figuras nacionales – excluyendo, por supuesto, al popular Vicente Fox – y eso debería ser un foco amarillo que los haga preguntarse cómo van a aprovechar los próximos años para resolver ese problema.

¿Qué hará el PRD con el capital ganado? Al contrario de lo que ocurre con el PAN, el también histórico crecimiento del PRD no puede entenderse sin el carisma de su candidato presidencial. Por eso, y porque en las siguientes elecciones estatales no estará López Obrador en la boleta, en ese partido deben preguntarse cómo aprovechar las simpatías acumuladas durante la contienda. ¿Dejarán que se gaste en movilizaciones? o ¿acatarán – sin presiones - la decisión del Tribunal Electoral para borrar de una vez por todas la imagen de partido conflictivo?

En algunos sistemas políticos, el candidato derrotado se asume como líder formal de la oposición. ¿Será López Obrador el principal interlocutor del futuro gobierno, lo que lo mantendría vigente hasta el 2012, o apostarán por la conservación de sus banderas con una renovación de liderazgos? Por lo pronto, habrá que esperar a las siguientes elecciones estatales para ver si su avance electoral se mantiene o se desinfla como una burbuja que sólo se mantuvo gracias al efecto AMLO.

¿Qué hará el PRI con la derrota? Lo comentamos en este espacio hace algunas semanas: el PRI debe refundarse. Si los priistas son capaces de poner en perspectiva los resultados del pasado domingo, verán que todavía tienen partido para rato. Fue el fracaso de Roberto Madrazo como candidato presidencial, y por ello, todos pagaron las consecuencias. No obstante, no sería raro que en los próximos procesos locales el PRI vuelva a ganar. A pesar de su popularidad sigo sin compartir la hipótesis de un futuro México bipartista. Aunque aún no se ven con claridad ahí están políticos como los Enriques –Jackson, Peña Nieto y Martínez - que saben que la franquicia bien cuidada todavía tiene mucho que dar. Sólo el tiempo nos dirá si fueron capaces de renovarse o si la ambición de corto plazo los llevó a mudarse a otros partidos políticos.

¿Qué hará Convergencia con el PRD? El partido naranja no es el PT. Mientras el segundo vive desde hace años a expensas del Sol Azteca, el instituto que fundó Dante Delgado tiene vida propia. Por eso deberá ser muy cuidadoso en los próximos meses. Abandonar a López Obrador antes de que el Tribunal califique la elección quizá sería un gesto de deslealtad, pero seguir incondicionalmente al perredismo en eventuales protestas podría hacerle perder el capital que recién demostró en lugares como Veracruz.

Habrá que esperar a la integración del Congreso de la Unión pues será en ese espacio en el que Convergencia podría recuperar su autonomía, para asumirse como un interlocutor del gobierno federal. Sus votos, manejados con responsabilidad, bien pueden contribuir a la gobernabilidad y al desarrollo del país.

¿Qué va a hacer Patricia Mercado con Alternativa? La ex candidata sabe que quien ganó el registro fue ella y no su partido. ¿Podrá convertir su imagen en el capital de una fuerza política o se quedará únicamente como una autoridad moral? Alternativa no pesará por su lugar en el Congreso pero si sabe dialogar y logra impulsar su agenda, con trabajo en medios y e interlocución con otros actores, podrá seguir haciendo historia.

¿Tiene futuro Nueva Alianza? Todo indica que sí. El pasado domingo demostró que tiene la capacidad de llevar hombres y mujeres al Congreso, basado únicamente en su propia estructura. Será un aliado mediático, político y parlamentario del futuro gobierno y eso le permitirá crecer. Tiene claridad en su agenda como pocos, y las próximas elecciones estatales pueden ser su vía al crecimiento.

Por último, ¿dejará de ser negocio de unos cuántos el Partido Verde? Vistos los buenos resultados que obtuvieron el domingo pasado – que les permitirá mantener espacios en el Congreso y prerrogativas del IFE a pesar del fracaso del PRI- la respuesta es no.

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