lunes, julio 21, 2008

¿Cómo se construye un Comandante en Jefe?

Esa es la pregunta que debieron hacerse en el equipo de Barack Obama. La razón es que las encuestas indican que es en esos rubros - seguridad y política exterior - en los que el candidato Demócrata presenta algunos de sus puntos más vulnerables frente a su rival, el Republicano John McCain.

Para que se den una idea, una reciente encuesta difundida por el Washington Post indicaba que McCain le lleva 16 puntos de ventaja a Obama cuando se mide quién está más preparado para ser presidente en temas exteriores y la diferencia crecía hasta 24 cuando se pregunta quién sería mejor Comandante en Jefe.

Con esa preocupación en mente es que los asesores de Obama han planteado su estrategia. Primero, al dar a conocer la existencia de un grupo de 300 especialistas en política exterior que de alguna u otra forma participan como equipo asesor en la campaña; preludio de la gira que le ha llevado primero a Afganistán, para hacer después una parada en Irak antes de viajar por Israel, Jordania, Francia, Alemania y Gran Bretaña.

Las dos primeras estaciones son fundamentales porque se trata de los dos frentes de guerra. El primero, su carta fuerte en materia exterior como eventual Presidente, el segundo, como la bandera que le ha llevado hasta donde está. De ahí en adelante sólo deberá tener cuidado en Israel - tema muy delicado desde cualquier perspectiva - para después disfrutar de sus altos niveles de popularidad por Europa.

La coronación, dicen, será en Alemania con un acto masivo que podría parecerse más a un acto convocado por Bono que a la visita de un candidato a la Presidencia de los Estados Unidos.

Los medios estadounidenses de hoy y mañana, si les sale bien la jugada a su equipo, deberán estar llenas de fotos de Barack rodeado de militares que le saludan con emoción. Para eso fue a esa gira. Después vendrán las fotos con los líderes de Israel y Jordania, la foto con Sarkozy, Brown y Merkel. Y en especial, la fotografía del gran recibimiento que mostrará que no todo el mundo odia a los políticos de los Estados Unidos, y que un discurso distinto, obtiene mejores resultados.

En todo caso, el equipo del Demócrata deberá tener cuidado de no tener demasiado éxito. No vaya a ser que a más de uno le desagrade la idea de tener un presidente tan bien visto por los europeos. Seguiremos comentando.

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