martes, abril 07, 2009

Otro periodista cambia las grabadoras por un zapato

(Foto de AFP)

Otra vez un periodista renuncia a difundir la nota para convertirse en la nota. Es el caso de Jarnail Singh, reportero que de acuerdo a una nota de El Mundo habría optado por el método de Muntazer al Ziadi (el que le aventó el zapato a Bush) para expresar su rechazo al Ministro del Interior de la India.
Quedan también para la historia sus palabras luego de estos hechos: "Mi método pudo haber sido incorrecto pero mis razones no lo son". No se diga más.
----
Agregado de las 14:00 del 7 de abril. Leo que al lanzador de zapatos iraquí le bajaron la condena, de tres a un año de prisión. "La corte de apelaciones -dice el periódico Reforma - decidió reducir de tres a un año la pena de cárcel" de Zaidi (...) "por varias razones: sus motivaciones, su edad y el hecho de que no ha cometido delitos con anterioridad", precisó su abogado.

1 comentario:

Edgar D. Heredia Sánchez dijo...

La libertad de expresión una autopista de doble sentido.

Recientemente se aprobó en México una modificación legislativa que eleva a competencia federal los crímenes y delitos contra periodistas, que aunque falta por integrar y completar dicha modificación con las necesarias sanciones y procedimientos dentro del código penal federal se van dando avances decisivos en el respeto y pleno ejercicio de los derechos humanos fundamentales como lo es la libertad de expresión y el derecho a la información.
Con anterioridad se ha destacado que en México, el Estado ha dejado de ser el principal represor y censor de la actividad periodística, pero que ha carecido de la voluntad y las herramientas necesarias para salvaguardar el pleno goce de estos derechos, etapa subsecuente y necesaria para alcanzar una normalidad democrática; sin embargo, estos avances son sólo una parte del conjunto de acciones y herramientas que deben desarrollarse en sentido contrario, es decir la falta de voluntad y esfuerzos por que la comunidad periodística diseñe sus herramientas de autorregulación y sancione sus excesos.
El diseño de una fiscalía especial para delitos contra periodistas, es una acto de discriminación positiva como se menciona en el argot de los derechos humanos, es decir de diseñar instrumentos que están dirigidos a atender una problemática específica de un colectivo humano, como son las mujeres, los adultos en plenitud, los indígenas, los periodistas, entre otros grupos, ya que los instrumentos y procedimientos administrativos y jurídicos vigentes son insuficientes para atender con efectividad problemáticas focalizadas, pero hace falta que los practicantes de este oficio se conduzcan con responsabilidad, que su solidaridad de gremio no se agote en el respaldo a compañeros de profesión que por su ejercicio profesional han sufrido algún tipo de abuso, no importando su magnitud, sino que se haga extensivo a un código ético donde se evite la difamación y reproducción de información no corroborada, donde su militancia ideológica o sus filias políticas dirijan su desempeño o si deciden guiarse por sus valores adviertan a sus lectores, escuchas o videntes sobre las tendencias y compromisos consigo mismo.
Los comunicadores son puentes de información su responsabilidad social es inneludible, su conducta tiene que autonormarse.
Las manifestaciones críticas o de rechazo a las posiciones de los actores públicos tiene que limitarse a sus líneas editoriales y no ha dar lugar a la ofensa y la agresión, sea con zapatos o pasteles o cualquier otro objeto que simbolice el rechazo.