viernes, octubre 14, 2005

Cosas de la política

1. Mientras unos ya no quieren recibir más atención (Montiel y su exitosa familia), otros no dejan pasar la oportunidad para ganar los reflectores (López Obrador y su propuesta sobre Stan). Todo en la lucha por la agenda de los medios y de la opinión pública. Aunque eso sí, en medio de estas batallas mediáticas los priistas se ganaron una mención especial: Qué dura deben tener la cara para proponer que en vez de pagar la multa por el Pemexgate, mejor los dejen destinarlo a los damnificados por el huracán. Para que se entienda, lo que ayer propuso el PRI es que en vez de castigarlos, se les permita hacer proselitismo con cargo al erario público. Una joya, ¿no?
2. La “justicia extralegal” sigue haciendo de las suyas. Luego de que los diputados federales se otorgaran la facultad de investigar a particulares como si fueran agentes del MP (porque eso son los hijos de Marta Sahagún, particulares, no instituciones públicas), ahora hay otro actor que sigue su ejemplo, se trata del alcalde perredista de Acapulco que ayer anunció que investigará las propiedades de la familia Montiel en su municipio. ¿Con qué facultades? Insisto, si los hijos de la Primera Dama y la familia Montiel violaron la ley, deben ser castigados, pero no se vale, que en un afán de buscar popularidad, algunas autoridades se adjudiquen roles que no les corresponden. ...y dos de medios
1. Un grupo de ex colaboradores de La Revista de El Universal, está lanzando una iniciativa para crear una nueva publicación que se funde con aportaciones ciudadanas. Como soy un convencido de que siempre será preferible que halla más y no menos voces en la esfera pública, es que aquí les presento la información. (
IR A LA NOTA)
2. Lapsus brutus de los amigos de Milenio. Para ilustrar una nota que tiene como tema central la atención a enfermos de Sida, el diario tuvo el mal tino de elegir una foto de archivo “de una pareja de homosexuales durante la celebración del día del amor.” ¿En dónde está el problema? En que con este tratamiento el diario asocia de forma desafortunada dos ideas distintas, el SIDA y la homosexualidad, reforzando un prejuicio que en nada ayuda a combatir a esa enfermedad. Si bien es cierto que en la segunda parte del texto se habla de un caso de discriminación contra una pareja gay, me parece que habría sido más adecuado manejar la información en dos notas separadas.

No hay comentarios.: