lunes, noviembre 21, 2005

La sonrisa de Felipe

Quienes lo han visto últimamente dicen que Felipe Calderón anda de muy buen humor. Y vaya que si tiene razones para estarlo pues finalmente apareció una encuesta seria que confirma lo que se había venido diciendo en las últimas semanas: el michoacano metió de nuevo al PAN en la lucha por la Presidencia de la República.
De acuerdo al más reciente estudio de la empresa Consulta Mitofsky, Acción Nacional ha ganado terreno en el campo de las percepciones. Hoy, el 26 por ciento de los mexicanos considera que el PAN va a ganar la próxima elección presidencial. La cifra no es menor, si tomamos en cuenta que hace apenas seis meses – en mayo de este año – el porcentaje de quienes creían en el blanquiazul era de sólo el 15.5 por ciento.
La importancia que esta variable tiene no es cosa menor, pues en buena medida la política electoral se construye primero con expectativas, antes que con resultados tangibles. Imaginemos, por ejemplo, la capacidad de construcción de alianzas de un candidato al que todos ven como un perdedor. Por el contrario, la simple esperanza de triunfo constituye un incentivo para el desarrollo de tareas tan elementales como la recaudación de fondos. En otras palabras, nadie le mete capital – político ni económico – a quien se sabe no tiene ninguna posibilidad.
A este fotografía debemos agregar los datos de intención de voto efectivo. Es cierto que Andrés Manuel López Obrador se mantiene como el puntero con 34.8 por ciento de los votos, y que Roberto Madrazo – pese a lo dicho en diversos medios – sigue ocupando el segundo lugar con 30.4 por ciento. Sin embargo, los 28.8 puntos que tiene Calderón en su cuenta no deben ser subestimados pues si vemos los cambios en los últimos seis meses, el panorama es muy distinto. Destaca, por ejemplo, que de mayo a noviembre, Andrés Manuel perdió 14 puntos; el PRI subió un dos por ciento, y el PAN pasó de 23 por ciento a 28.8. Lo que revelan estos datos es que Andrés Manuel hace tiempo que llegó a su techo, y que en los últimos dos trimestres ha mantenido una tendencia a la baja. El asunto queda aún más claro cuando vemos que la brecha entre el PRD y el PAN en mayo de este año era de 26 puntos; ahora es sólo de 6.
A esto, se suma que en toda la serie de mediciones de voto efecto que ha realizado Consulta desde agosto del 2003, Andrés Manuel López Obrador nunca había tenido un porcentaje más bajo.
Finalmente, para documentar el optimismo del panista debemos señalar que al medir el conocimiento que los potenciales electores tienen de los diversos candidatos, resulta que AMLO es conocido por el 91.3 por ciento, Roberto Madrazo por el 90.2 y Felipe Calderón, apenas por el 62.9 por ciento, lo que nos muestra un amplio margen de crecimiento que bien puede lograr con una efectiva campaña de medios.
¿Significan estos datos que el PAN va a ganar la Presidencia? Por supuesto que no, pero sí nos muestran que – al menos con los datos publicados por esta empresa – no se puede descartar seriamente a este partido de la contienda del 2 de julio del 2006.
Por último, quisiera referir otra información que aporta Consulta Mitofsky: en noviembre de 1999, es decir, hace seis años, la encuesta del periódico Reforma mostraba que Francisco Labastida estaba arriba con el 53 por ciento de las preferencias electorales, muy por encima de los 33 puntos que tenía Vicente Fox. Ocho meses después, el panista ganó con el 43 por ciento de los votos, superando al PRI que apenas alcanzó el 36 por ciento de la votación. Moraleja: esta historia aún no se escribe y quien les diga desde ahora que ya está definido el resultado, cuidado que está haciendo propaganda.

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