jueves, mayo 25, 2006

Hugo Chávez y Evo Morales, la adicción al poder


El poder, siempre el condenado poder. Nunca lo he experimentado, al menos no en su faceta de poder político, lo cierto es que algo debe de tener que causa adicción. Ejemplos sobran, desde el célebre Fidel Castro hasta nuestros propios líderes sindicales como Francisco Hernández Juárez, con varias “décadas de servicio” a cuestas. El tema no es, por tanto, novedoso, sin embargo, me llama la atención como algunos de los líderes de la nueva izquierda latinoamericana enseñan sus ambiciones con tan poco pudor.

Lo digo, claro, por Hugo Chávez, el mandatario venezolano que recién oficializó lo que parecía una simple baravuconada. Ahora resulta – según anunció el día de ayer – que convocará a un referendo para consultar a los venezolanos sobre la opción de la reelección inmediata "indefinida". Todo como protesta en caso de que los partidos de oposición en su país se retiren de las elecciones presidenciales de diciembre.

Actualmente, la Constitución sólo permite al presidente ser reelegido de inmediato por una sola vez, para un periodo adicional. Lo cual, por cierto, ya ocurrió, pues fue electo por primera vez en 1998 y luego de impulsar una nueva constitución se volvió a elegir en el 2000. Lo mejor es que según el presidente, su propuesta no representaría una amenaza para la democracia porque ante todo estaría la "opinión de la gente".

Pero si eso ocurre en Venezuela, en Bolivia no es muy distinta la cosa. Apenas llevan cuatro meses en el poder y ya sueñan con la reelección. Lo digo porque el Senador Antonio Peredo, alto dirigente del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido de Evo Morales, “está convencido de que el actual Gobierno necesita un segundo mandato para dar continuidad a las políticas y los planes de reforma.” Y por ello ya han planteado “introducir en la Asamblea Constituyente, que será elegida el próximo 2 julio e inaugurada el 6 de agosto, una reforma que permita la reelección del presidente y del vicepresidente”, acción que al menos hasta ahora prohíbe la constitución.Por supuesto, la iniciativa ya ha generado oposición, sobretodo porque “Bolivia se prepara para un nuevo proceso electoral el primer domingo de julio, esta vez para elegir a los constituyentes encargados de definir la nueva Carta Magna que regirá el país”, según reporta El País. Luego de la polémica, el vicepresidente boliviano, Alvaro García Linera, descartó la iniciativa, sin embargo, a la luz de las experiencia nacionales e internacionales, no me extrañaría que en unos años Evo Morales se sacrifique por su país y le haga compañía a su amigo y tutor Hugo Chávez. Diría Ricardo Alemán, al tiempo.

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