viernes, septiembre 12, 2008

El juicio mediático del GDF por la banda de la Flor

En su batalla por demostrar resultados en la lucha contra la inseguridad, el gobierno del Distrito Federal se ha encontrado con un adversario fuera de lo habitual. Acostumbrado a presentar presuntos responsables de delitos sin encontrar réplica, ahora la administracion de Marcelo Ebrard se enfrenta a un grupo de personas que han mostrado una notable capacidad para defenderse y difundir sus posturas en los medios de comunicación. Pero la culpa no es de nadie, excepto el GDF que decidió que así sería el juego: en los medios.

Apenas daba la noticia el gobierno capitalino y ya transmitía un spot en televisión en el que presume haber capturado a los responsables del secuestro de Fernando Martí. La información se presenta como un hecho irrefutable cuando ni siquiera ha iniciado el proceso en contra de todos los acusados; comprensible si entendemos que el objetivo de corto plazo no es ganar en los tribunales sino en las primeras planas. En esa lógica, el GDF parece decidido a filtrar toda la información que tenga a la mano para probar su punto. Y en esa dinámica está cometiendo una serie de violaciones aprovechando el interés de los medios en difundir información sobre el tema.

Aquí dos portadas que muestran de qué estoy hablando. La primera es del periódico Reforma del 11 de septiembre, y que parafraseando a Carlos Marín, documenta un caso más de portación indebida de pariente:




La fotografía, evidentemente filtrada por las autoridades locales a diversos diarios, constituye una invasión a la vida de personas que al menos hasta ahora no han sido acusadas de absolutamente nada. Incluso en la nota a uno de los hijos de quien se presenta como el líder de la banda, se le describe como alguien que tiene un spa en Polanco y otro en Cancún. Y la pregunta obligada es: ¿qué relación tiene eso con el caso? Hasta ahora, insisto, al menos hasta ahora, ninguna. Por lo pronto esta filtración ya le costó el trabajo a uno de los señalados.

La otra portada es del diario El Universal del 12 de septiembre. En ella se aporta una nueva "prueba" de la culpabilidad del acusado. Véanlo ustedes mismos:



Como pueden ver la información es contundente: al hombre le gusta la pornografía. Y si así fuera ¿cómo se conecta eso con el secuestro?

De lo que se trata - entiendo - es de construir dudas sobre el personaje. Y para ello filtran datos de la investigación y utilizan símbolos para desprestigiar al acusado (como el llamarle por un alias o exhibirlo como un adicto a la pornografía). Insisto, yo no sé si son culpables o no, lo que sí veo con toda claridad es que estas filtraciones no abonan al caso y si a la percepción de que hay una consigna por defender su punto a cualquier precio.

El GDF eligió convertir este caso en un juicio mediático. Si lo gana, podrá capitalizarlo en términos de imagen (a pesar de las irregularidades) pero si lo pierde, el gobierno y quienes le han comprado la historia, tendrán que pagar un alto precio.

1 comentario:

Margarita Martínez Fisher dijo...

Coincido. Parece que atraparon peces gordos pero honestamente no dan pruebas contundentes. Me parece que puede ser el error más grave de Ebrard si no se inician los procedimientos en tiempo y forma legal. No vaya a acabar esto como la Paca 2nda parte.