Leo en el diario El Mundo (que cada vez me gusta más, por cierto) que en Inglaterra los Conservadores han lanzado una campaña para capitalizar el ánimo y el ambiente de crisis. La apuesta pasa por anuncios de televisión y espectaculares como el de la foto de AP, en el que se ve a un bebe bajo la siguiente leyenda: "La nariz de papá, los ojos de mama... y la deuda de Gordon Brown". Un ejemplo de comunicación emocional y de lo que seguramente veremos replicarse por todo el mundo.
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El manejo de las emociones y la demagogia
Los tiempos electorales son tierra fértil para la innovación y las oportunidades creativas, que no ocurrencias, las campañas electorales demandan altas dosis de creatividad e ingenio para capitalizar los yerros del competidor; en este escenario las emociones son básicas para lograr inclinar las preferencias en un momento dado, no todo puede ser procesado racionalmente, por fortuna comos animales altamente pulsionales y nos dejamos llevar por nuestros apetitos y nuestras aspiraciones, intereses o temores, el manejo de éstas tiene que darse cuidadosamente, la línea que separa la oportunidad del momento con la manipulación de los sentidos pocas veces es advertida y muchas veces es rebasada intencionalmente.
Los mensajes que recurren ingeniosamente a los asuntos que componen la agenda nacional tienen una segunda cara, el manejo de imágenes que recurren con facilidad al argumento de comodidad intelectual que amenaza con retroceder los avances políticos y económicos alcanzados. Caso ejemplar resulta la campaña del Partido Verde a favor de la pena de muerte. Instituto político que ha pretendido emparentarse con corrientes internacionales de los llamados partidos verdes que son ejemplo de posisicones progresistas y de vanguardia y que en este país, no son sino claro ejemplo del mercantilismo electoral y político y del vulgar oportunismo económico.
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