lunes, junio 08, 2009

Debate entre Mauricio Merino y José Antonio Crespo sobre el voto nulo

Mesa-debate con el Doctor Mauricio Merino y el Doctor José Antonio Crespo sobre la opción del voto nulo en las próximas elecciones intermedias. Los dos son académicos del CIDE. La mesa, como siempre, se transmitió en la primera emisión de Antena Radio. Aquí el audio para ser descargado y el reproductor para quien quiera escucharla en línea.


2 comentarios:

Edgar D. Heredia Sánchez dijo...

Democracia y retroalimentación. La validez del voto nulo o blanco.

En recientes días se ha levantado un apasionado debate sobre el voto nulo/blanco, su utilidad, sus alcances y sus intenciones; como todo debate público guarda muchos argumentos a favor y en contra, la mayor parte de ellos complementarios y que no se oponen, sino que simplemente responden a un asunto de perspectivas. También es cierto que en dicho debate, como en un supermercado de amplio abasto encuentra de todo, desde anarquistas desestabilizadores hasta sujetos que simplemente muestran su rechazo a los políticos ni cuestionan la democracia ni al sistema de partidos en su conjunto, sino que simplemente manifiestan su reprobación a la conducta que se ha asumido en los últimos años para detonar o detener importantes acciones que la sociedad demanda, pero por mero cálculo electoral, que se vuelve electorero se conduce la orientación y el comporatmiento de los políticos.
El análisis sobre la discusión no deja de ser epidermal, desde los apocalípticos que emparentan dicha manifestación con el desperdicio de la democracia, los melancólicos con las frustraciones y engaños del pasado, hasta quienes creen que el voto blanco/nulo es una llamada de atención para que los políticos evalúen su desempeño y su comportamiento individual y colectivo.es decir, es un sistema de retroalimentación donde no es suficiente votar por uno u otro, sino donde al ver las ofertas y sobre todo el apetito voraz por el dinero y el poder, condena a los ciudadanos a que sus problemas circulen por la agenda pública a la espera del mesías y el salvador que una vez que llegue al poder decida resolver la problemática, antes no, por que o bien es impopular su solución, que no le granjería suficientes sufragios para alcanzar su cometido o bien, su administración mina la imagen de los adversarios y de aquellos a quienes pretende relevar en los puestos de decisión.
Asimismo, se ha emparentado equivocadamente el abstencionismo con el voto nulo, figuras políticas y jurídicas radicalmente distintas, una que obedece a la negación de cumplir con una obligación jurídica y el ejercicio de un derecho; mientras que la otra pertenece al mundo de ejercer y cumplir dicho derecho y obligación cívica manifestando su inconformidad con el comportamiento y apetitos voraces de los políticos. Entiendo que en dicha inciativa se encuentren ciudadanos con ideologías y modos de pensamiento de los más variados, pero ello no es suficiente para desprestigiar una acción cívica cuestionada que se conduce por medio de los canales conducentes, si bien es cierto que se han registrado más de un millón doscientos mil votos nulos en los recientes procesos electorales, si esa cifra se multiplica por tres o cuatro y se suma a 60% de abstencionismo, lo cierto es que los políticos deberán revisar qué están haciendo mal, que practicamente es todo, y por qué los ciudadanos se han pronunciado en tal sentido, éste es un ejercicio democrático de retroalimentación, que la fortalece, ya que la empuja a revisar sus mecanismos de funcionamiento, que en nuestro país son imperfectos y demanda revisarlos y aceitarlos, adecuarlos al ejercicio de una libertad amplia donde las violaciones sobre ella se reflejen en sanciones ejemplares. Entiendo las resistencias y los temores, pero la democracia es un sistema complejo de gobierno y convivencia que requiere ciudadanos maduros y políticos responsables, donde la información es estratégica y el intercambio de pareceres fundamental. La democracia no se agota en un voto, es parte fundamental, pero requiere de otras cosas responsabilidad cívica y compromiso colectivo. Votar o anular el voto es parte de un ejercicio democrático, que revitaliza y no amenaza la existencia de la misma, por el contrario de él pueden derivar iniciativas que fortalezcan la democracia, la cual se ejerce y no se tutela.

Anando dijo...

El voto nulo o en blanco es un llamado de atención de los ciudadanos. Que esto quite representación a los elegidos es otra cosa... Eso es quiza lo que les duele, aunque paresca que les "conviene".