jueves, junio 25, 2009

El poder de una imagen: el caso Stalin


Una vez más, una imagen genera un debate sobre los límites en la libertad de expresión, en esta ocasión la polémica es por unos espectaculares colocados en Vorónezhen, una ciudad 500 kilómetros al sur de Moscú, en los que aparece José Stalin para "que todos y cada uno de los habitantes de esta ciudad recuerden a esta gran persona y sus servicios a la patria", postura de un líder local del Partido Comunista que no a todos ha gustado:



"Para el jefe del departamento de publicidad de Vorónezh, Serguéi Bobróvnikov, los carteles deben calificarse de inapropiados, ya que la legislación establece que las vallas deben utilizarse únicamente con fines comerciales o de carácter social. Esta clase de soportes "no pueden ser utilizados para cualquier otro tipo de información, por lo que veo aquí una infracción", ha destacado Bobróvnikov, aunque precisó que la decisión final deben tomarla las autoridades locales." (Nota completa) Veremos si crece la controversia, por lo pronto, les invito a ver casos similares que nos recuerdan el poder de una imagen.

1 comentario:

Edgar D. Heredia Sánchez dijo...

La peligrosa añoranza por el pasado.

La avalancha democrática que terminó por derruir décadas de gobiernos autoritarios y/o dictatoriales enfrenta si más formidable reto, hacer entender a la gente que la democracia no es un gobierno que per se, mejore en automático la calidad de vida de la sociedad, la democracia es un sistema de gobierno que promueve la libertad, el respeto a los derechos humanos, asegura el debate de ideas y la confrontación por el poder mediada por el voto, irresponsablemente los promotores de la democracia se encargaron de presentar a la democracia como una quimera que mágicamente resolvería todos y cada uno de los problemas que atosigan a la sociedad; lo cual puede ser cierto siempre y cuando se cuente con una sociedad participativa y comprometida con el cumplimiento de sus obligaciones y responsabilidades y en ocasiones se requiere cierta dosis de oportunidad y suerte para lograr ello. Tanto en Rusia como en México, se enfrenta un severo cuestionamiento al sistema democrático, sin embargo no se repara en que amén de que no existe una sociedad organizada y comprometida, los políticos privilegian sus cálculos electorales y a partir de ello estructuran su comportamiento y bloque o toma de decisiones. La democracia hoy día está acorralada, las tentaciones de tener seguridad y aunque sea un mínimo de bienestar amenazan con el retorno de los autócratas y la sociedad los festejará y permitirá cancelar, a modo de intercambio, sus derechos y libertades por migajas y ficciones de seguridad.