sábado, octubre 17, 2009

Los colgados de Tijuana


Hace poco tuve oportunidad de participar como jurado en las becas Prende y como parte del proceso teníamos que leer algunas notas de periodistas de todo el país. Recuerdo en particular una de un estado del norte que contaba la siguiente historia: "nos llamaron a la redacción para avisarnos que había una narcomanta. Para evitar riesgos fuimos juntos varios reporteros pero cuando llegamos al lugar todavía la estaban colocando. Ya habíamos decidido irnos y regresar más tarde cuando se nos emparejó una camioneta. Bajaron el vidrio y una persona nos dijo: muy bien muchachos, ya saben, mañana que aparezca muy bien retratada en sus primeras planas."

Me reservo el nombre del autor porque no tengo su autorización para revelarlo pero estoy seguro que la historia no es la única en su tipo. La cuento ahora porque sigo sin entender el criterio con el que los editores del diario Reforma continúan difundiendo os mensajes del narco. A veces en forma de mantas, otras, como en esta ocasión, dando todo el reflector a sus asesinatos.

Supongo - porque conozco la seriedad del medio - que es su forma de denunciar lo que pasa en el país. Sin embargo, cada vez que colocan una foto como la que aparece en este post - la segunda en menos de 15 días - terminan reproduciendo y amplificando el mensaje de esos grupos que no sólo matan a una persona sino que la cuelgan de un puente para que todo el mundo se entere, efecto que se multiplica gracias a la publicación en la primera plana de uno de los dos diarios más importantes de México.

Peor aún en casos como la semana anterior en la que incluso el diario daba a conocer el nombre de la persona asesinada y torturada lo que en mi opinión atenta contra la dignidad de la víctima. Señalar que los medios no tienen la culpa sino los narcos o las autoridades, es insuficiente a la hora de explicar por qué se cubren así estas notas.

3 comentarios:

ZandraIV dijo...

Creo que no sólo los medios... todos estamos perdiendo sensibilidad ante las cosas que pasan... la palabra "compasión" esta quedando en el olvido... los valores como el "respeto" se están perdiendo... mi pregunta es casi la de ¿fue primero el huevo o la gallina?, es decir, cómo empezó esto?? los medio empezaron a cubrir una demanda del público morboso cada día en aumento?? o fueron los medios quienes empezaron a ofertar morbo en lugar de profesionalismo y terminaron por acaparar la atención de la naturaleza morbosa del hombre (especie no género)??

Edgar D. Heredia Sánchez dijo...

¿Cobertura irresponsable?

La violencia por la que atraviesa el país se ha convertido en un modus vivendi, así como nos han dicho que debemos aprender a vivir con el virus de la influenza y acostumbrarnos aa que la eficiencia en los traslados del individuo entre continentes, también trae consecuencias sanitarias, tal parece ser que México debe acostumbrarse a vivir en medio de la violencia, es cierto que la cobertura de los medios ha perdido pudor y muchos diarios en especial los de la tarde; o bien, La Prensa presentan en su portada imágenes verdaderamente obscenas, eso sin considerar las gacetas como El Metro o El Gráfico que recurren o a la sangre o a la voluptuosidad femenina para llamar la atención y creo que son asuntos diametralmente opuestos y contextos como los presenta El Reforma, es decir, el problema no es la caja de resonancia, sino el tratamiento que le da esa caja, si se hace resonancia destaca el triunfalismo de la iniciativa gubernamental o por el contrario al difundir las mantas y las ejecuciones manifiesta el fracaso de las autoridades y ratifica la idea de Estado fallida, tan apetitosa para medios de comunicación que cualquier caso buscan explotar y reventar las acciones que se emprenden desde el poder público legalmente constituido. Creo que no se puede autocensurar la función de los medios, se abriría una puerta que puede desencadenar y retroceder lo avanzado en décadas de lucha por el ejercico de la libertad de expresión, como tampoco se puede no difundir el acontecer nacional, que daría la impresión de que todo está bien y el país va avanzando. Tema complicado y de muchas aristas, encontrar un punto medio es complicado, lo que tiene cabida es la reflexión y sensatez.

Rocío del Mar dijo...

Debo confesar que me causó mucha curiosidad la temática de tu post, precisamente porque de regreso en Culiacán, he recordado cómo se vive la narcoviolencia y debo confesar que es una forma muy distinta.

Aquí ocurre un fenómeno extraño, pues ya se ha hecho tan "cotidiano" ver las fotos de decapitados, acribillados, levantados, torturados, etc... que ya ni siquiera nos llaman realmente la atención. Para muchos en esta sociedad se ha convertido en una sección más del periódico que cambia de contenído.

Apelando lo que comenta Zandra, me queda claro que se pierde un poco la sensibilidad ante semejantes atrocidades; sin embargo, creo que no es más que un mecanismo de defensa que desarrollamos. No podemos vivir encerrados en casa y muertos del susto. Tampoco podemos abstraernos del mundo exterior y no enterarnos de nada.

Si te toca presenciar una balacera, tal vez te dure el miedo unos instantes, o tal vez algunos días, pero después de un tiempo sigues adelante.

Como seres humanos nos adaptamos al medio que nos rodea, es cuestión de supervivencia, así que mientras dichas notas escandalicen y vendan, los medios harán uso de ellas.