Cuando se habla del relevo de Creel en Gobernación, lo más importante no es quién llega sino a qué llega. Hombre o mujer, quien despache en Segob no podrá buscar ningún cargo en la siguiente elección y eso deberá usarlo como un activo al momento de negociar con la oposición, pues sus triunfos no los podrá canjear en las urnas. Si presenta una agenda de corto plazo, con objetivos viables que coincidan con las agendas de priistas o perredistas, podría convertirse en la estrella del final del sexenio.
Con una ventaja adicional, la oposición tiene incentivos para concederle una reforma pues podrá decir que con el anterior “no se podía”, y que bastaba con que llegara “alguien competente” para que las cosas pudieran funcionar.A ver si con estos incentivos nuestra clase política se desempolva y nos da la sorpresa. ¿ O ya no se vale soñar?
1 comentario:
Me parece interesante el punto de vista pero... la oposición, es la oposición y no le convendrá entrar en arreglos de ninguna manera, con nadie.
Con toda seguridad, te adelanto que si no es Josefina Vázquez, los partidos políticos de todos modos descalificarán al que nombren.
Y si fuera Josefina, al que pongan en su sitio, lo acusarán de estar haciendo campaña con los programas sociales.
Creo que el sexenio se perdió por la tolerancia, magnánima, de nuestro Presidente quien creyó que con ello el PRI y el PRD podrían cooperar con el avance del país. Se equivocó, la oposición está para oponerse, si no dejaría de serlo.
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