jueves, octubre 20, 2005

Nos equivocamos

1. Ayer me equivoqué con mi comentario. En efecto, el PRD debería asumir el costo de una iniciativa anunciada por uno de sus diputados locales, sin embargo, en la realidad quien ha salido perdiendo es el gobierno federal. No obstante que la iniciativa para regular la eutanasia surgió de un asambleísta del Distrito Federal, los medios lo convirtieron en un asunto nacional y será la administración de Vicente Fox la que deberá encontrar la manera de resolver este asunto.
Por lo demás, me parece que se ha hecho una tormenta en un vaso de agua por las declaraciones de Carlos Abascal, quien declaró que en determinadas circunstancias los doctores que pudieran participar en un proceso de eutanasia – en caso de que se modificara la ley – bien podrían apelar a la objeción de conciencia para no cumplir con su papel. ¿Cuál es el problema? ¿Podríamos obligar a un doctor a que deje morir a uno de sus pacientes?, ¿sería sensato?. Me parece que hacer eso sería un asunto de intolerancia, impropio de aquellos que dicen defender la libertad individual por encima de todo. ¿O no valdría en este caso la libertad del médico? Otra cosa sería si fuera una institución pública la que no cumpliera con la ley, la cuál por supuesto no podría argumentar ningún tipo de “Objeción de conciencia”. Visto así el tema, ¿porqué han hecho tanto alboroto en contra del Secretario de Gobernación?
2. Titule este comentario usando el plural porque no estoy solo en mi error. Me parece terrible la postura del Arzobispado que en su afán por criticar a Julio Frenk, ahora pone en duda su honorabilidad. Se puede o no estar de acuerdo con las posiciones del Secretario de Salud sobre la píldora del día después y su apertura a un debate en torno a la eutanasia, pero decir que actúa por intereses económicos es una calumnia que debería ser sancionada por las autoridades.

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