lunes, enero 12, 2009

La pregunta de Calderón a Obama

"¿Su gobierno va a combatir al narcotráfico o lo va administrar?" Ésa es la pregunta que debería hacer el Presidente Calderón al futuro presidente de los Estados Unidos. De la respuesta, dependerá la relación entre los dos países.
Si en los hechos lo que prevalece es el modelo actual - en el que el gobierno estadounidense mal combate el consumo , deja libre el tráfico de armas y no detiene a los grandes capos ni lavadores de dinero - lo que veremos es que los problemas actuales se agudizarán. Los secuestros en territorio estadounidense siguen creciendo, hay cada vez más laboratorios en su país y el riesgo de un "estado fallido" - o de zonas fuera de todo control, justo en la región fronteriza - crecerá conforme avance su gobierno.
Si la respuesta es otra, lo que podríamos ver en los próximos meses es un cambio en el discurso y en la estrategia de combate al narcotráfico. La pregunta deberá hacerse en la reunión de este día, aunque la respuesta - la real, no la de protocolo - la conoceremos a partir del 20 de enero cuando Obama asuma el gobierno del país más poderoso del mundo.

1 comentario:

Edgar D. Heredia Sánchez dijo...

Calderón-Obama

De la burla y mofa que hace unos días suscitaba el deslizar la posibilidad de una entrevista Obama-Calderón se ha pasado al pasmo mediático, qué esperar de una reunión bilateral, significa algo, signos de una nueva relación, romance bilateral en puerta.

Lo cierto es que la agenda de Obama es una agenda llena de saldos y focos rojos en la economía, en las relaciones diplomáticas, el empleo, el medio ambiente, la seguridad nacional, la migración y un largo etcétera.

El reto de Calderón es vender al país no como un aliado y un simple vecino, sino como un socio y compañero geográfico, que le permita poner dentro del escenario estadounidense la necesidad de incorporar las acciones del vecino del sur en estrategias geopolíticas que rindan mejores resultados y eleven la efectividad de la seguridad nacional, el intercambio comercial y la dependencia económica, hoy México cuenta con las herramientas necesarias para ello, su reto es convencer a su socio de su pertinencia de que es el acercamiento y el consenso y no la grosera imposición que lesiona la soberanía el camino de superar los retos de la coyuntura.
No quedarnos en la distinción de ser el primer mandatario al que recibe el flamante e histórico presidente mulato estadounidense, sino poder construir con el una sociedad de mutuo beneficio establecer dos o tres temas de interés común y sincronizar esfuerzos, habrá que caminar antes que correr en esta nueva ventana de interrelación.
Es necesario reconocer el éxito diplomático que este encuentro supone, pero este éxito es plataforma y no techo de la nueva agenda bilateral, reclamaremos más acciones para articular acciones que mutuo beneficio sobre todo en el escenario del combate al crimen organizado y la migración.