lunes, junio 08, 2009

Elecciones 2009: año para olvidar en los medios mexicanos

(Texto publicado en la revista Etcétera de Junio)

Los medios mexicanos han vivido años memorables en los que valientes periodistas abrieron espacios y ganaron libertades al poder político y económico. El 2009 no será de esos. Lamentablemente, la crónica del papel del periodismo en este año electoral no será algo para presumir. Por el contrario, las historias que habría que reconstruir dan cuenta de logros poco dignos.

Así lo confirman, por ejemplo, las notas pagadas que cada noche aparecen en algunos noticiarios de televisión; espacios que en su momento dieron pasos muy importantes en la construcción de su credibilidad, y que hoy se muestran sin el menor pudor al servicio de algunos gobernantes con los que tienen acuerdos económicos y políticos que se traducen en notas diarias dentro de los espacios informativos, y en sus extensiones que son las notas pagadas, que de manera evidente se muestran a la salida a cada corte comercial.

Ahí están para quien las quiera ver con sus voces institucionales, sus plecas de color rojo bajo el nombre del gobernante y la toma en primer plano del funcionario en turno, anunciando, vendiendo su proyecto personal. Práctica que se volvió “normal” a pesar de la expresa prohibición, fruto de la reforma electoral, que reprueba el uso de recursos públicos para la promoción personal de los gobernantes.

Pero este recurso no ha sido el único. De manera habitual, también es evidente la presencia de representantes de ciertos partidos políticos que de la noche a la mañana se convirtieron en los invitados más comunes de los espacios informativos, ya fuera para hablar de la nota del día o de su propuesta electoral; tendencia que muestra que los límites entre las áreas informativas y las de comercialización están diluidos.

Vicio que ha estado acompañado de otra práctica común pero intensificada de manera reciente: la declaracionitis, costumbre que muestra que son las palabras y no los hechos verificables los que determinan el valor de la información. Distorsión del ejercicio periodístico que hace que se le dé el mismo o más peso a lo que dice un actor, que a los que marcan los datos duros, lo que se ha traducido en un estímulo para la publicación de libros o entrevistas que marcan el desarrollo del debate en la medida en la que refuerzan las ideas persistentes en los diferentes públicos.

Es la teoría de la percepción selectiva en su expresión más evidente, en la que capítulos enteros son ignorados si van en contra de ciertos prejuicios o actores afines, mientras que otros son elevados al papel de sentencias judiciales. Con el agravante de que esta dinámica privilegia el periodismo de los comentarios sobre el de las consecuencias. Titulares, columnas políticas y mesas de debate son construidas en torno a frases que en la realidad son irrelevantes, carentes de cualquier efecto jurídico – sea porque acusan seriamente o porque difaman - y que en la mayoría de los casos sólo sirven para alimentar la fogata semanal, destinada a apagarse pronto o a mantenerse viva sólo gracias a la sucesión de escándalos.

Frente a esta realidad del periodismo político, quizá el año 2009 logre dar la cara por otros de sus exponentes, el periodismo social, que ante al desafío de la influenza humana colocó a los hechos por encima de las especulaciones, y se enfocó en los datos frente a la rumorología que dominó el ciberespacio. Al menos en este caso, los periodistas demostraron por qué hacen falta profesionales de la información. Panorama muy distinto al que parece arrojar una buena parte de la cobertura del proceso electoral.

Aún quedan algunas semanas y veremos si los medios nos ofrecen alguna grata sorpresa. Se ve difícil. Las tendencias no son alentadoras y tal vez lo peor –ante la cercanía de las votaciones – esté por venir. Sólo nos quedará, terminado el ciclo, pensar en qué tendríamos que hacer diferente para que esta historia no se vuelva a escribir en el año 2012.

Politólogo y periodista
www.twitter.com/mariocampos

4 comentarios:

Edgar D. Heredia Sánchez dijo...

Medios viles, sociedad vil.

Los medios de comunicación fungen como caja de resonancia, pero al igual que los representantes populares son un espejo de la sociedad, durante años se endiosó a la sociedad colocándola en un pedestal de adoración y prístina conducta, nada más ajena, como sociedad se ha fallado en construir ciudadanos que compartan un nivel mínimo de convivencia y solidaridad, de reconocimiento en el cumplimiento de las leyes como el cemento que da estabilidad y seguridad a la convivencia en común.
Como puede observarse México se ha envilecido no sólo los medios de comunicación han fallado de hecho bajo este antecedente y capital humano con el que cuenta la novedad sería tener medios públicos responsanbles y conscientes de su papel.
No importa el origen socioeconómico, de hecho son los valores los que determinan la conducta de los sujetos, se usa ya no sólo la pluma, sino se recurre a su extensión más poderosa y contundente para amagar y amedrentar: la imagen. Las conductas de TV azteca en contra de senadores es vergonzosa, su desconocimiento de la norma, y la tolerancia que muestran las autoridades para aplicar la ley es humillante, el temor a ser exhibido a que tus aspiraciones de crecimiento político o tu proyecto sea aniquilado amedrentan la acción de la autoridad. Pero ese mismo círculo de soberbia, de carencia de autocrítica ha decantado en un descrédito general, el desmantelamiento de los vínculos de identidad social son los que han pagado la factura. Los medios de comunicación con su arrogancia no son más que un gozne y un reflejo de la realidad social, su vileza y ruindad tienen explicación en que la sociedad mexicana no es diferente, seguir el camino de la autoculpa y seguir pretendidendo que tienen un destino manifiesto más allá de informar y comunicar los asuntos que nos son comunes no son la ruta de la solución, por el contrario son el camino más seguro a que la impunidad siga creciendo, de buenas intenciones se pavimenta el camino al infierno, si no se dan cuenta de sus debilidades antes que saber que su libertad se ve acotada por ello, no se logrará transformar las conductas de este sector de la sociedad ni el de ningún otro sector. Debemos dejar de manifestar una excesiva preocupación por los medios, los políticos (renteros electorales), como ciudadanos hay que ocuparnos de uno mismo y luego entonces el cambio devendrá en cascada.

Anando dijo...

Vota en blanco
La únicar alternativa real de nosotros los ciudadanos...

Unknown dijo...

es increible la guerra de spots no regulados que comienzan a tener lugar en el internet, basta ver el ultimo del pri: http://www.youtube.com/watch?v=WaURqShNnTo

Ontobelli کτγℓع dijo...

Yo no veo TV desde hace años y no la extraño. Pero quien ve programas basura y noticiarios basura, no puede recibir más que basura. Y esperar que la basura sea algo más que basura resulta ingenuo.

Es la gente la que al dejar de consumir basura puede presionar para que exista mayor oferta.

Ha existido desde hace siglos la creencia de que los mexicanos son tan imbéciles que tienen que ser protegidos por un gobierno censor, que sea el que diga que pueden ver y que no. Pero olvidan que el gobierno en todo caso esta compuesto por los mismos "imbéciles".

Un pueblo educado no es presa de medios y gobiernos incompetentes y manipuladores.

Lo que requerimos es mejorar la educación.

La cobertura de la pandemia no fue profesional. Se ocultó información, se manipuló, se indujo pánico premeditadamente desde los medios. Y las conferencias de prensa de las autoridades fueron un desastre informativo lleno de contradicciones. Con medios incompetentes para cubrir e informar correctamente.