Para aquellos que todavía dudan del potencial de twitter como una poderosa arma de comunicación vale la pena mirar las dos experiencias recientes que ha vivido la actriz @ludwikapaleta Primero al ser víctima de sus propias palabras al publicar, con muy mal tino, que el efecto de que lloviera en Monterrey es que se provocaba una "sopa de codito". Las expresiones de indignación fueron evidentes por los cientos de damnificados que acababa de provocar el paso del huracán Alex en esa ciudad, lo que según explicó la actriz, no sabía a la hora de publicar su chiste.
El tema le causó tantas críticas que no sólo se tuvo que disculpar varias veces en la propia red sino que incluso dio entrevistas a varios medios para tratar de contenter los reproches. En contraste, el día de hoy la actriz volvió a usar la red social -como hace regularmente, incluso ventilando problemas familiares - ahora para anunciar el fin de su relación de pareja. (Acá la liga http://bit.ly/aH2mQi ) Interesante porque de esa forma sus 107,000 seguidores -muchos más de los lectores o radioescuchas que tienen algunos medios- recibieron directamente de ella la información.
Ello no acabará con las notas que se hagan sobre el tema, y como bien ha abordado @erikaaponte en su blog, también abre el debate sobre si eso no hace públicos temas que debieran ser privados. En todo caso lo que vemos aquí es un ejemplo más de las nuevas formas de relación entre fuentes, sus públicos interesados y los medios de comunicación, en la que estos últimos se ven rebasados por los otros dos lo que les obliga a revisar su papel al ver perdido su tradicional rol como mediadores y únicas rutas para llegar al gran público.
1 comentario:
Me parece pertinente que más allá del derecho a la intimidad o el interés público tan enfrentado siempre y más con la emergencia de las redes sociales que se convierten en espacio o caja de resonancia de situaciones personales que sólo se vuelven importantes en al emdida del interés que despierta en los interlocutores, se destaca el uso para hacer mofa muchas veces en mala lecha y otras en caso inocente o bien en atajar cualquier rumor sobre un asunto que por su profesión se vuelve materia de interés de los periodistas de espectáculos, que buscan alimentar el morbo de la sociedad y de los interesados en la vida de quienes integrabn la farándula.
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