martes, noviembre 25, 2008

Tres puntos sobre el combate a la inseguridad (y los encargados de hacerlo)

1. Para entender mejor el discurso del gobierno en materia de seguridad, vale la pena que echen un vistazo a la entrevista del procurador Eduardo Medina Mora con El País

2. ¿Han notado como luego de la muerte de Juan Camilo Mourño ganó terreno el procurador? Regresó a los medios y con la Operación Limpieza se ha convertido en la cara más visible del combate al crimen.

3. ¿La defensa de García Luna que hizo el Presidente Calderón era frente a los medios o estaba dedicada a los propios miembros de su equipo?

Seguiremos comentando.

1 comentario:

Edgar D. Heredia Sánchez dijo...

A un paso de los 100 días...

Nos encontramos a horas de que se cumpla el plazo que marca el primer corte de caja de los compromisos adquiridos por el Estado mexicano para afrontar el grave problema de inseguridad que vive el país y la conmoción que causó el asesinato del adolescente Fernando Martí, ha corrido mucha sangre y agua bajo el puente en estos 100 días, y si bien se han dado algunos golpes al crimen organizado y se han puesto al descubierto las redes de complicidad, lo cierto es que las reformas sobre seguridad siguen atrapadas en el congreso y el desmantelamiento de la infraestructura y redes con que cuenta el crimen organizado parecen intocadas; sin embargo, con el diagnóstico que realiza Medina Mora en la entrevista con el diario El País se destaca la necesidad de enfrentar al crimen organizado dado el nivel de control sobre regiones geográficas del país, mucho se ha hablado de que no se calculó el tamaño de la capacidad de respuesta y confrontación que iba a tomar el crimen organizado; de nueva cuenta creo que, paradójicamente, la respuesta del crimen organizado habla del nivel de convicción y la nula negociación del gobierno con algunas bandas del crimen, eventos como los levantones de Sinaloa, las granadas de Morelia, o las ejecuciones en Tijuana, Chihuahua y Tamaulipas, pueden alarmar a la población y con razón, pero al mismo tiempo dicho temor no puede ser argumento para retirar la estrategia contra el crimen organizado, es cierto que la estrategia no puede reducirse únicamente a cateos, arrestos, decomisos y sanción a quienes incurren en dichas actividades ílicitas, es tiempo de que esta estrategia se acompase de actividades a favor de una cultura de la legalidad, de denuncia y combate a la corrupción y la impunidad, asimismo se debe trabajar en la generación de oportunidades y la eliminación de las condiciones sociales que sirven de parapeto, pretexto, argumento para que las individuos en condiciones poco favorables de subsistencia encuentren los incentivos necesarios para elegir la vida de la ilegalidad.