sábado, febrero 07, 2009

Clásicos de la prensa: el caso Napoleón en 1815

He encontrado esta referencia en varias ocasiones y aunque no tengo la seguridad de que sea cierto, me parece creíble o en todo caso muy divertido. Lo que van a leer son los titulares - o al menos eso se dice - que publicó el diario El Monitor durante el avance de Napoleón entre el 9 y el 22 de marzo 1815. Nótese el cambio de tono conforme avanzaba "el monstruo" luego de escapar de la isla de Elba en su regreso a París. ¿No les recuerda el tratamiento de algunos medios a personajes como Fox o López Obrador?

  • “El Monstruo se escapó de su destierro”.
  • “El Tigre se ha mostrado en el terreno. Las tropas avanzan para detener por todos lados su progreso”.
  • “El Tirano está ahora en Lyon. Cunde el temor en las calles por su aparición”.
  • “El Usurpador está a 60 horas de marcha de la capital”.
  • “Bonaparte avanza con marcha forzada”.
  • “Napoleón llegará a los muros de París mañana”.
  • “El Emperador está en Fontainebleau”
  • “Su Majestad El Emperador hizo su entrada pública y llegó a las Tullerias. Nada puede exceder la alegría universal ¡Viva el Imperio!” (Vía erroreshistoricos.com)

1 comentario:

Edgar D. Heredia Sánchez dijo...

El papel de los medios

Al igual que las reseñas del avance de Napoleón y su regreso de 100 días, dibujan el triste papel de sumisión y medrosidad de los medios ante el poderoso en aquel entonces, vemos los cambios, actualmente persiste este comportamiento en algunos medios los cuales critican y modifican sus lineas editoriales y en no pocas veces hasta sus colaboradores para asegurar su existencia, en tanto negocio; sin embargo, no son pocos los medios que ante la ampliación de las libertades y en nombre de la democracia pretenden imponer su voluntad, violando las leyes y menguando el propio sistema democrático, nuestra nula experiencia democrática nos conduce por derroteros que amenazan con desbarrancar los logros alcanzados. Ese es el reto de hoy día.

Por cierto, vale la pena escuchar el noticiario del bicentenario, donde uno podrá darse cuenta de las pocas cosas que han cambiado en 200 años, quizá solo el nombre de los actores.