viernes, abril 10, 2009

Los límites de la tolerancia: la imagen de Hitler en una campaña de publicidad


Leo en la magnífica sección de Comunicación del diario El Mundo, que en Sofía, Bulgaria, hace poco se vivió una polémica por la aparición de una campaña en espectaculares que empleaba, entre otras, la imagen de Adolfo Hitler. Y como suele ocurrir, las condenas surgieron de inmediato, en especial porque el anuncio que ven en este post estaba colocado frente a la embajada de Israel. Aquí la nota.


El tema me parece digno de atención porque vuelve a poner sobre la mesa los límites de la tolerancia. Hasta dónde una cosa así puede ser criticada por ser desafortunada e insensible y hasta dónde debe estar prohibida por ley. (Tema que ya habíamos abordado en este blog) En este caso al menos para las leyes de Bulgaria la respuesta es clara:


"La Constitución búlgara prohíbe la propaganda del nazismo y de ideologías
racistas y xenófobas. El Código Penal considera como un acto criminal la
difusión de este tipo de ideas."


Queda el tema para la reflexión.

1 comentario:

Edgar D. Heredia Sánchez dijo...

Tolerancia vs Lo políticamente correcto

De nueva cuenta se pone de manifiesto la tergiversación que ha sufrido la democracia como gran quimera y panacea de todos los problemas sociales, la democracia no es un sistema de resolución de conflictos, es un sistema de convivencia frágil que trata de presentar las opciones de acción colectiva para la resolución de los conflictos sociales. Lamentablemente nuestros renteros electorales prostituyen la palabra democracia y la someten a sus apetitos y conveniencias electorales, lo que ha resultado en una falta de seriedad y la ausencia de un diálogo que en el debate permita la concreción de conceptos y pisos mínimos que permitan generar bases de conocimiento social o al menos de compartir enfoques sobre la manera de atender la complejidad de la vida en sociedad.
Hoy día, el recurrir a imágenes, palabras, conceptos u acciones que por necesidad aluden o remiten a conductas vergonzantes ha sido sinónimo o bien pretexto para vituperar y vapulear a la persona, sea física o moral, que utiliza dichos herramientas, en lo personal creo que debemos dejar de lado esta concepción hipócrita y de falsa moralidad y alarma sobre la difusión de imágenes políticamente incorrectas, como si su sola alusión remitiera a una apología y exculpación de los pecados cometidos.
La discusión no puede agotarse en que jurídicamente si hay una violación y un acto si no de provocación, si de falta de sensibilidad, amén de que expresamente la ley búlgara prohíbe estas representaciones, lo importante es revisar hasta donde la sociedad conculca a sí misma la posibilidad de revisar críticamente sus conductas y yerros y sobre todo de generar las bases que impidan la repetición de los mismos.